Otra aclaración de conceptos en una especie de articulismo epistolar
La semana pasada mi artículo sirvió para responderle al atento lector Miguel Calderón —que espero que se suscriba pronto a esta plataforma, porque le encanta comentar fervorosamente mis artículos y los de Roxana Barrantes— y su respuesta a mi respuesta esta vez me ha incitado casi epistolarmente al diálogo porque, por más que le moleste que me defina como liberal por el mero hecho de que me importan los derechos humanos, aquí explicaré por qué lo seguiré haciendo. (Es cierto que, más bien, que en el siglo XIX se mehubiera llamado ‘progresista’, porque habría estado en contra de la esclavitud y la servidumbre, y hubiera combatido junto con las feministas de la primera generación, como Flora Tristán, a favor de los derechos de los trabajadores y de las mujeres).
El liberalismo, que se originó en el siglo XVIII y se comenzó a utilizar a inicios del XIX como nombre para un movimiento político durante las Cortes de Cádiz, históricamente ha sido muy tolerante con la desigualdad. Fue justamente por ello que los llamados progresistas —una vertiente dentro del liberalismo— se fueron acercando cada vez más al socialismo, como el de la Unión Obrera de la mencionada Flora Tristán. Con la Revolución de 1848, cuando aparecen las banderas rojas que hasta ahora aterran a los conservadores, las divisiones entre los liberales, progresistas, radicales y socialistas se profundizaron y tomaron rumbos distintos en la segunda mitad del siglo XIX hasta llegar a decantarse en posiciones enfrentadas en el siglo XX.
Pero volviendo al siglo XIX peruano, fueron los liberales de la primera generación los que crearon, con todos sus problemas, el sistema representativo de la República, y fueron los de la segunda generación —con el apoyo de los progresistas y de los radicales— los que lideraron las campañas por la abolición de la esclavitud y del tributo indígena, llegando a pelear una guerra civil entre 1853 y 1855 en busca de que todos fuesen iguales ante la ley. Y si bien es cierto que sus intenciones fueron buenas, no llevaron a buen puerto, ya que la abolición de ambas instituciones no hizo más que profundizar las diferencias económicas. Por un lado, quienes habían sido esclavizados tuvieron que seguir trabajando por nada, o casi nada, mientras que sus antiguos amos recibieron generosas compensaciones por su liberación; y, por el otro, los indígenas fueron perdiendo el control de sus tierras, pues, al no ser protegidas por el Estado, las fueron vendiendo de a pocosy esto llevó a la creación de los latifundios.
A mediados del siglo XIX el liberalismo peruano, con el apoyo de los progresistas y radicales, aspiraba a la igualdad de todos ante la ley, pero no logró más que preservar e incluso empeorar las diferencias económicas. Hacia finales de siglo el liberalismo fue mutando cada vez más, influenciado por las ideas del cientificismo social y las teorías de la diferencia racial que llevó a que en 1896 se limitara el acceso al voto solo a los hombres que sabían leer y escribir. Hasta ese momento la legislación electoral peruana, de Cádiz en adelante, había permitido que todos los hombres que no se encontraban en una situación de servidumbre pudieran votar. Por esto lucharon los liberales, quienes defendieron el derecho al voto de los analfabetos durante los primeros tres cuartos del siglo XIX, frente a los conservadores que siempre lo quisieron limitar.
Pero volvamos a la respuesta del lector Miguel Calderón, quien insiste que en el corazón de liberalismo está “la propiedad privada, de ella deriva el libre mercado como librecambismo”. Ahí me temo que no podemos estar de acuerdo ya que, si bien la propiedad privada importa, no es a mi juicio el concepto central del liberalismo, sino la libertad y la igualdad. Me llama mucho la atención cuando dice que (sic) “tampoco debe caer en el relativismo simplón de hoy en día, en que cualquiera que no sea conservador, sería liberal (así, un socialista podría ser liberal, o el abortista, o llamar liberal a quien se acuesta con medio mundo), nada de estas cosas tiene que ver con el liberalismo”. Allí nuestras discrepancias se acentúan, justamente, porquepara mí importa la libertad de una mujer de decidir sobre su cuerpo o de interrumpir o no un embarazo. El derecho al aborto es netamente un principio liberal, al igual que la libertad sexual de decidir con quién quiera acostarse, si con medio mundo o no.
Los siguientes párrafos de la respuesta del señor Calderón son tan delirantes que no merecen respuesta, pues me acusa de una letanía de cosas que parecen sacadas de un panfleto para atentos lectores del diario Expreso o de televidentes de Willax. Quien quiera entretenerse puede entrar a mirarlos aquí: allí quedan para ilustrar sus dificultades para mantener un debate alturado y su tendencia a esgrimir ideas alejadas de la realidad.
Su último párrafo, sin embargo, delata el motivo real por el cual se ha ocupado de mi columna por segunda semana consecutiva. Calderón escribe: “Y tu evidente silencio sobre la mafia caviar de Gorriti y fiscales, que han manejado la fiscalía y PJ a su antojo, para proteger a todos los corruptos y delincuentes del caso lavajato durante 8 años y ningún resultado, con todos libres, dice tanto de tu ideología que ni siquiera es necesario que te reconozcas socialista progre, es evidente, pero que digas que eres liberal ya es demasiado”.
Evidentemente, lo que le molesta a él y a quienes han sido secuestrados por ese tipo de sesgo colectivo, es que no me sume al absurdo cargamontón contra Gustavo Gorriti, el periodista que más ha hecho por luchar contra las mafias en el Perú. Lo que queda más claro que el agua, señor Calderón, es que quien no parece ser muy liberal es usted, ya que tiene muy poca estima por la democracia, la pluralidad y que, en verdad, busca apropiarse de un amplio término histórico, el liberalismo, para confundir a la lectoría.
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Excelente respuesta a un sujeto básico y simple. Lo mejor sería ignorarlos, pero es que gritan tanto que a veces es necesario un estate quieto. Abrazos.
Bravo, Natalia! Eres una trome!
Felizmente que ese lector furibundo habló! De lo contrario no hubiese conocido tantas cosas. Cuánto se aprende de ti! Gracias.
Soy lector frecuente, pero no por admiración a ti o los juntaletras de por acá, sino porque no hay nada más placentero que desenmascarar a un rojo en sus falacias, mentiras y contradicciones.
Por segunda semana, minimizas la propiedad privada (desprecio es la palabra precisa), aunque si reconoces que la igualdad no fue originalmente bandera liberal, tal como lo indiqué. Que originalmente socialistas, anarquistas y capitalistas pudieran haber sido catalogados de liberales fue por oposición elemental al absolutismo monárquico, pero eso es algo muy superficial, que no forma parte de los conceptos, más alla del dato histórico.
Considero que definir a los liberales por su apego a la democracia, la división de poderes y la protección de derechos civiles (o DDHH ) es insuficiente. Barrantes, Bernales y Pease fueron defensores de la democracia, los derechos civiles y humanos, pero es imposible catalogarlos de liberales, ya que eran más rojos que la bandera china, socialistas confesos, líderes de la penosa izquierda peruana.
Por eso mismo hay que remitirse a los elementos originales del liberalismo: la propiedad privada y libertad que implica menor regulación (Estado o rey, en su día). Esto último es justamente lo opuesto a lo que tus camaradas rojillos proponen: estado enorme y mayor intervención.
Debe ser broma que digas que Gorriti es el “ periodista que más ha hecho por luchar contra las mafias en el Perú”. En su portal se comprueba que no hay ninguna investigación contra Vizcarra (tiene mas de 60 carpetas fiscales desde hace 8 años), ni contra Zoraida Avalos que lo protegió durante 3 años, ninguna contra Castillo en 2 años de corrupción abierta y expresa. Tampoco contra la corrupta confesa e inepta Villarán. Odebrecht tampoco. Ha utilizado la prensa y el poder para proteger la corrupción de lavajato (contra odebrecht no hay casi nada) perseguir y acabar a sus enemigos políticos.
Finalmente, tus referencias a Willax y Expreso son tan reñidas con la realidad, como casi todos tus escritos, basta recordar como todos los canales ponían 24/7 a tu lagarto Vizcarra para que des de cacerolazos a las 8 pm, y le cantes happy birthday, mientras que Willax durante 5 meses seguidos, denunciaba diariamente los miles de muertos al día que esos canales callaban, hasta que la BBC y DW lo hizo público y fue noticia mundial. Gorriti tu gran investigador, tapó los 200,000 muertos todo el tiempo. Y así, el 90% de las denuncias públicas han venido de Willax, la gente no es tonta, y por eso el raiting y el crecimiento exponencial en 3 años, en desmedro de la lagarta, chinchas, Cisneros y demás mermeleros pro caviares. La gente no es tonta.
Todas las denuncias de corrupción del gobierno zurdo de Castillo salieron en Willax hasta su caída. Alegrate, si no fuese por tu odiado Willax, todos los de Jugo de Caigua seguirían vacunándose con Sinopharm, cada 3 meses hasta hoy, y fijo hasta el 2029.
y siguiendo el razonamiento de Natalia Sobrevilla, el gobierno de Fujimori por dar un golpe de estado y no respetar derechos civiles, no sería liberal, lo cual es absurdo. Y ella si, o sea Boloña que apoyó el golpe y los 11 años de fujimorismo no sería liberal, y ella si lo sería. Imposible.
Concuerdo con Calderon en que es insuficiente el aspecto de los derechos civiles para definir a un liberal, porque el liberalismo económico es prepónderante desde el origen, mucho más que la igualdad, la igualdad de genero, el aborto y otras luchas contemporaneas que hoy se consideran liberales y que ni existían hace 300 años cuando surgió.
Excelente que rebatas los endebles argumentos de los socialistas y en el punto medular que mas les duele, la propiedad privada. Si bien el liberalismo es un concepto en evolución histórica, no puede obviarse sus fundamentos iniciales porque terminaría de cajon de sastre que es lo que finalmente quiere parte de la academia. Relativizar y descontextualizar para apropiarse del termino, llamarse liberales y nunca socialistas, es común en casi todos los paises.
William y Nancy muchas gracias por la lectura y los comentarios que me animan a seguir escribiendo.
A Miguel solo queda decirle que es una pena que su sesgo ideológico límite de tal manera su capacidad de debatir y que lo único que pueda hacer sea repetir lugares comunes y ataques burdos a Gustavo Gorriti.
Queda para otro momento el debate del liberalismo del siglo XX al que hasta ahora solo he aludido; sigo firme en la convicción de que el liberalismo que defiendo es el que busca la libertad, la igualdad y el gobierno representativo.
Importante y atinada respuesta sra.
Muchos en Perú se declaran «liberales» -entre comillas- para ocultar su sincero odio a las libertades humanas… y solamente conciben la «libertad» como «el poder para ganar plata», despreciando rabiosamente la libertad de expresión, libertad de religión, libertad de conciencia, libertad de trabajo, libertad de decidir la propia vida, y tantas otras libertades humanas.
Parecieran desear con fervor la vuelta al esquema socioeconómico del Virreinato (ese «edén» donde creen que pudieron ser «élite dirigente»)… y ni siquiera son «liberales» en lo económico: son los primeros en exigir «salvataje estatal» o «banca de fomento» cuando la empresa del pariente/amigo/jefe empieza a tambalearse, olvidando de golpe todo su discurso de «competitividad» o «eficiencia».
Ni sabes de lo que hablas. Los liberales no piden banca de fomento. Los «neoliberales» Hurtado, Blacker Boloña, etc (seguro que Natial Sobrevilla entre ellos, recontra liberal) la eliminaron con Fujimori, incluso antes del golpe del 92, por estar quebradas y era nido de los que viven a costa del Estado, no te tengo que decir el color, pero es del que corre por tus venas. Esa banca fue creada decadas atrás, mas bien Velasco Alvarado, creo COFIDE. Este ladron de la propiedad privada, intuyo debe ser muy querido por estos lares que son tan tan liberales. Tampoco salvatajes, queremos que privaticen o mejor liquiden petroperú.
Hasta la Sra. ha reconocido que los liberales somos democráticos, nosotros respetamos las libertades, salvo aquellas que violan el primer DDHH, la vida. Libre eres de ser gay, krishna, o sodalicio, smientras no agredas a terceros ni los fuerces a participar de tus movimientos… embutir las cosas a la fuerza como pretenden los rojos, atenta contra la libertad de otros.
Interesante debate sobre el liberalismo. Sobre la posición del Sr, MIguel Calderon debo señalar que la historiadora especialista en cultura afroperuana, Maribel Arrelucea, señala que la abolición de la exclavitud por parte de Ramón Castilla, fue posible por la influencia de los liberales de segunda generación que menciona la Sra. Sobrevilla, principalmente los hermanos Pedro y José Galvez quiene tenían como concepto fundamental el respeto de la propiedad privada. Arrelucea explica que la abolición fue realmente la compra de exclavos a sus dueños con el pago del precio, porque no se concebía en aquellos liberales dar libertad sin repetar la propiedad privada perteneciente a los exclavistas.
Con el mismo sentido liberal, Castilla consolidó la deuda de la independencia mediante el pago a los nacionales de los gastos en que incurrieron, esto fue restituyendo en dinero la propiedad privada (caballos, carros, alimentos, exclavos, dinero, etc) que ellos asignaron o invirtieron en la emancipación. No hay duda que la propiedad privada tuvo preponderancia en el pensamiento liberal peruano, al igual que al europeo como ya lo han explicado.
Saludos,