Una corrección no autorizada al comunicado de nuestro lateral derecho
Yo, Luis Advíncula, pido perdón a mi familia, a mis amigos y a todo el país por mi error en el penal que, de haber sido mejor pateado, quizás pudo llevarnos nuevamente a un mundial de fútbol.
Al hacer esta declaración, aprovecho para comunicar mi renuncia.
Renuncio no a la selección que tanto amo, sino a la costumbre peruana de echarle la responsabilidad a otros y de no asumir nuestras propias equivocaciones, una conducta que nuestros candidatos, autoridades y representantes han llevado a la cúspide del cinismo. Reclamo, por lo tanto, que si los deportistas pedimos perdón por equivocaciones que no fueron premeditadas, que, en busca de una coherencia elemental, un presidente de la República, una presidenta del Congreso y cualquier integrante de nuestros poderes que cometen disparates a conciencia no sean menos que yo y mis colegas, y den también la cara.
Renuncio no a representar a este hermoso país en el que pediría nacer de nuevo, sino a representar el espejismo que se le pide a su selección de fútbol, esa imagen de que mientras once blanquirrojos estamos sobre un césped todo un país puede unirse, cuando la verdad es que cuando el estadio se vacía y la tele se apaga, muchos de los que cantan llorosos Contigo Perú tratan de “cojudignos” a otros compatriotas y esos llamados “cojudignos” los señalan como “fachistas”, en tanto muchos otros no quieren que unos compatriotas se casen con otros compatriotas (ni con nadie, en verdad), ni que una mujer peruana tenga las mismas oportunidades que un hombre peruano. Renuncio, pues, a ser parte de un mito unificador si es que en la realidad ni siquiera nos animamos a ser amables con quienes viven experiencias diferentes.
Renuncio, por otro lado, a ser parte de ese ilusionismo que nos distrae de la mediocridad de nuestras instituciones. Quiero seguir jugando con nuestros colores en el pecho, pero quiero mucho más que aquello que representamos sea la consecuencia de una política estructurada de desarrollo: que en los colegios se practique el deporte como una actividad curricular que aliente el esfuerzo, la planificación, el trabajo en equipo y la solidaridad; que los clubes deportivos tengan gestiones que apunten a la sostenibilidad, con semilleros y escuelas de valores; que los negociados de nuestros dirigentes sean fiscalizados por una prensa deportiva que tampoco caiga en la corrupción; que nuestras ligas no den vergüenza, gestionadas como si fueran chacras personales y auspiciadas por fabricantes de ludópatas.
Renuncio, en otras palabras, a cargar en las espaldas con la ilusión de todo un país desencantado, porque una asistencia magistral de Cueva, una descollante atajada de Gallese o un penal anotado por quien escribe no debería ser jamás el consuelo que nos haga olvidarnos de los políticos que nos roban la educación, de las universidades que nos estafan, de las autoridades que se asocian para robarnos en nuestra cara, de nuestros muertos en la pandemia: doscientos años de rapiña egoísta por parte de los poderosos no podrán jamás ser remediados por once muchachos que son producto de ese contexto.
No renuncio, finalmente, a mi amada selección. Renuncio a ser parte de ese narcotizante que nos hace olvidar nuestros problemas mientras los poderosos de turno –y los de siempre– traman sus cutras y negociados. Prefiero quedarme sin mundial, pero viendo el fervor de miles marchando por sus derechos en las calles, que a miles comprando televisores para Catar mientras nuestros políticos nos siguen robando los sueños que valen la pena de verdad.
Hola «Luis» Gustavo, excelente jugo el que acabas de licuar y que me lo he tomado con plena conciencia y sumo placer. Estoy seguro que nuestro lateral de la selección también coincidirá con mucho o todo lo que tú expresas como coincido yo. Yo también desde hace cuatro décadas vengo renunciando a tanta mediocridad, angurria interesada en tener el poder para obtener mezquinos intereses particulares, el maldito racismo que es una de las razones y claves de tanto odio, división y desigualdad entre peruanos y tantas otras tareas que nos han traído a este terrible momento que atravesamos, a un paso del despeñadero. Nunca renunciaré a mis convicciones, al ejemplo de mis padres ni a la esperanza de ver a mi país reconciliado. Sigamos remando, aunque sea con nuestras manos para, algún día, ver a lo lejos esa ansiada tierra prometida que todos los peruanos se merecen . Un abrazo amigo …
Carlos, muchas gracias. Qué amable. Tu mención al racismo se me pasó en el texto, fíjate. Gracias por complementarlo.
Se que no es sábado, pero excelente jugo de ¡miércoles! Gustavo y, tienes mucha razón hay que renunciar a la mediocridad constante, tenemos que salir y sacar a patadas a todos los pillos que aprovechan su turno en el poder.
Gracias por aceptar el cambio de día, Paul, y por no transar con los pillos.
Un abrazo.
Nunca mejor dicho
❤️
Excelente complemento al comunicado
Gracias, Eugenia.
Este jugo ha tenido un sabor especial. Gracias por agregar ese ingrediente que nos despierta del letargo del que a veces hemos quedado sumidos. Gracias Gustavo, estuvo delicioso.
William, qué generoso. Un abrazo de mitad de semana… y de vida.
Como siempre Gustavo muy acertado y oportuno para analizar el momento y cambiar el chip
Muchísimas gracias, Ana María.
Siempre tan acertado en lo que escribes.
Gracias Gustavo, un abrazo
¡Siempre un disfrute leerte Gustavo!
**Cuando nos crucemos corriendo de nuevo, te pediré una foto 🙂
Encantado, Natalia. Sin dudarlo.
Gracias por este nutritivo jugo Gustavo. Excelente, gran e inmensa verdad. Cuánto nos toca reconstruir…Saludos
Gracias a ti, Rochi. Qué generosa.
Este jugo es como un multivitamínico que ojalá despierte más conciencias sobre lo que pasa y debe ser corregido a la brevedad en este país que tanto queremos …hubiera sido lindo ir al Mundial, pero sería mucho mejor que nuestra patria ya despegue de una vez y se eliminé tanta tara y pillos que nos rondan por todos lados. Abrazos
Gracias, Rodolfo. Que ruede este artículo y todas las iniciativas para acabar con esta inercia.
Gracias Gustavo, qué grato leer que comunicadores como tú, si la tienen clara y manifiestan lo que tantos otros callan convenientemente, abrazo y bendiciones, por muchos más jugos como éste!
Todo mi afecto para ti, Licett.
Muchas gracias.
Muy buen artículo y lo expresado viene a pelo con los tiempos. Ilusión de creer que ir al mundial, nos iba a salvar de la mediocridad política y de los mafiosos de la política que tiene secuestrado al país, que no tiene capacidad de respuesta. También renuncio a todo lo dicho por Gustavo, suscribo plenamente el lúcido artículo
.y también renunciaré a escribir tan pronto luego del partido , cuando estaba demasiado «caliente» , y con sentimientos encontrados. Finalmente , creo que fallar un penal «no amerita» pedir perdón , y sentirte culpable. Durante los 120 minutos que jugaste , DISTE TODO !. Y para mi fuiste uno de los que estuvo en su nivel ! A pesar que el desgarro que habías sufrido 17 días antes, JUGAR era una decición riesgosa , que valientemente asumiste. Como también lo fué no escapar a la responsabilidad de patear ese penal, que no entró por esas cosas que te deben dar mil vueltas por la cabeza. Increible , como dos o tres centímetros, más o menos, pueden decidir tanto. Estoy seguro que el «dolor» que sentiste ayer te llevó a una renuncia que la gran mayoría de Peruanos no queremos. Hoy » la herida» sigue sangrando en tu corazón, continua, pero el tiempo la curará, y volverás con todo. PORQUE AMAS PONERTE LA BLANQUIROJA, PORQUE ERES EL MEJOR EN TU PUESTO, Y SOBRE TODO PORQUE DEJAS TODO POR PERU.
Aplacar tu dolor ahora es casi impósible , pero también eres humano , y por ende también falible y sensible. Espero que el siguiente recuerdo, cuando y tenía 20 años , y tu aún no habías nacido, te sirva » alguito» de consuelo.
Sábado 21 de Junio de 1986. Estadio Jalisco de Guadalajara, Cuartos de final del Mundial MEXICO 86. Maravilloso e inolvidable partido entre dos equipazos : Brazil vs Francia. A los 17 minutos , doble pared en primera , y Careca , solo tiene que empujarla para el 1-0 de Brazil. Reacciona Francia, y a los 42′ Platini puso el 1-1. En el segundo tiempo , el empate hasta los 90′ parecia innamovible. A los 73 ‘ Telé Santana juega su última carta : Zico ( suplente por lesión) remplaza a Muller. Apenas un minuto en la cancha le bastó al «Pelé Blanco» para demostrar su genio. Mirando para otro lado, le mete un pase perfecto a Branco dentro del area, y este sufre una clara falta : penal ! penal ! . El árbitro rumano Ioan Igna no duda , y sanciona la pena máxima . Branco, capitán de Brazil trata de convencer a Zico de patearlo él .No estás muy frío para patearlo ? Branco se tenía mucha confianza , gracias a esos » misiles» que lanzaba de zurda. Zico (Arthur Antunez Coimbra) le redponde » el encargado de patear los penales soy yo !. No tiene sentido cambiar. Zico avisa demasiado el disparo con el cuerpo, poca potencia y a media altura, trata de colocar al palo izquierdo del buen arquero Joel Bats, quién adivina y desvía. Increible. El penal que pudo cambiar la historia ( faltando 10 min) selló el 1-1 , el cual no se rompió hasta los 120. En la tanda de definición siguieron las sorpresas : dos » infalibles» tambien erraron : Platini y Sócrates. Finalmente Francia ganó la serie 4-3, y en semifinales fue eliminado por Alemania. Aquel maravilloso Brazil de Tele Santana , repetía el fracaso sufrido ante Italia ,4 años antes, en España 82.
Fuerza Lucho !. Para mi, no eres culpable de nada. Todos los grandes fallaron ! Es parte de este juego. La afición , no tengas dudas, te seguirá queriendo igual. Respetaremos tu decisión, pero nos harás felices de ver nuevamente al » rayo peruano» con la selección.
Gracias, Flor de María, por tu renuncia a lo que nos traba. Cariños.
Sin palabras, frente a esas pocas maravillosas brindadas!