El más alto cargo de salud pública de Estados Unidos lanza una preocupante advertencia
Hace una semana se publicó en The New York Times un artículo muy alarmante sobre el uso de redes sociales en jóvenes, a cargo del cirujano general de Estados Unidos, el doctor Vivek H. Murthy. El cargo de cirujano general no es poca cosa, se trata del más alto cargo de salud pública en los Estados Unidos. Es decir, si alguien como Murthy lanza una advertencia, deberíamos escucharla.
Me parece que el artículo no ha tenido todavía mucho rebote en el Perú, así que procedo a hacerles un resumen. Bajo el título Surgeon General: Social Media Platforms Need a Health Warning, el doctor Murthy plantea la urgente necesidad de imponer una etiqueta de advertencia en las plataformas de redes sociales, similar a las advertencias en productos de tabaco. Argumenta que el uso excesivo de las redes sociales está vinculado a problemas de salud mental en los jóvenes, citando estudios que muestran un riesgo duplicado de ansiedad y depresión en adolescentes que pasan más de tres horas al día en estas plataformas (en promedio, los adolescentes pasaban 4.8 horas diarias en redes sociales durante el verano de 2023). Además, cerca de la mitad de los adolescentes informaron que las redes sociales les hacían sentir peor acerca de sus cuerpos.
Murthy sostiene que una etiqueta de advertencia podría aumentar la conciencia sobre los riesgos de las redes sociales y modificar el comportamiento de los usuarios, basándose en precedentes de advertencias efectivas en otros productos. Por ejemplo, las advertencias en los paquetes de tabaco han demostrado ser efectivas para reducir el consumo de cigarros al aumentar la conciencia sobre los peligros para la salud. De manera similar, una advertencia en las redes sociales podría recordar constantemente a los padres y adolescentes que el uso excesivo de estas plataformas puede ser perjudicial. Sin embargo, aclara que esta medida no es suficiente por sí sola. Resalta la necesidad de políticas más amplias y una legislación que proteja a los jóvenes de acoso, abuso, contenido violento y sexual, y que regule características adictivas como las notificaciones automáticas, la reproducción automática de videos y el desplazamiento infinito, que son diseñadas para mantener a los usuarios enganchados.
El doctor Murthy también subraya la importancia de una mayor transparencia por parte de las compañías de redes sociales, instándolas a compartir todos los datos disponibles sobre los efectos en la salud con científicos independientes y el público. Actualmente, estas plataformas no están obligadas a divulgar dicha información, lo que limita la capacidad de los investigadores y las autoridades para evaluar los riesgos reales y desarrollar estrategias efectivas para mitigarlos. Además, sugiere que se realicen auditorías de seguridad independientes para verificar las afirmaciones de las compañías sobre la seguridad de sus productos. Mientras las plataformas afirman que están haciendo esfuerzos para mejorar la seguridad, Murthy destaca que los estadounidenses necesitan pruebas tangibles, no solo promesas vacías.
La responsabilidad de proteger a los jóvenes en el entorno digital no recae únicamente en las empresas y el gobierno. Murthy hace un llamado a los padres, escuelas y profesionales de la salud para que también tomen medidas activas. Recomienda que las escuelas implementen zonas libres de teléfonos durante el tiempo de aprendizaje en el aula y los momentos de socialización, lo que puede ayudar a los estudiantes a concentrarse mejor y fomentar interacciones cara a cara más significativas. Para los padres, sugiere establecer áreas libres de teléfonos en casa, especialmente durante la hora de dormir, las comidas y otras reuniones familiares, para proteger el sueño y fomentar conexiones reales. También recomienda que los padres esperen hasta después de la escuela secundaria para permitir que sus hijos accedan a las redes sociales. Reconoce que estas recomendaciones pueden ser difíciles de implementar, por lo que insta a los padres a trabajar juntos y establecer reglas compartidas para no enfrentar estas dificultades solos ni sentirse culpables cuando sus hijos se quejen de las restricciones.
Además de las acciones individuales y familiares, el doctor Murthy señala que los líderes de salud pública deben abogar por entornos digitales más saludables para los jóvenes. Los médicos, enfermeras y otros profesionales de la salud deben abordar el tema de las redes sociales con niños y padres, y guiarlos hacia prácticas más seguras. Murthy comparte testimonios conmovedores de padres y jóvenes que se sienten abrumados y desprotegidos frente a los peligros de las redes sociales, subrayando la urgencia de actuar ahora. Por ejemplo, menciona el caso de Lori, una madre de Colorado, cuyo doloroso relato sobre su hija adolescente, quien se quitó la vida después de ser acosada en las redes sociales, ilustra la desesperación y la impotencia que sienten muchos padres.
El artículo también destaca que el problema de las redes sociales y su impacto negativo en la salud mental de los jóvenes no es solo una cuestión de falta de fuerza de voluntad o de fallos en la crianza. Es el resultado de haber lanzado al mercado una tecnología poderosa sin las medidas de seguridad, transparencia o responsabilidad adecuadas. Al igual que en el pasado se implementaron con éxito medidas para mejorar la seguridad de los automóviles, los aviones y los alimentos, Murthy insiste en que es posible y necesario hacer lo mismo con las redes sociales. Argumenta que la sociedad tiene la responsabilidad moral de proteger a sus niños, y que no se debe aceptar la idea de que los cambios son demasiado complicados o que el statu quo es demasiado difícil de alterar.
En última instancia, el cirujano general de Estados Unidos llama a la acción colectiva y a la voluntad de enfrentar estos desafíos con determinación y recursos. Afirma que con la experiencia, los recursos y las herramientas disponibles, se puede hacer que las redes sociales sean seguras para los niños. Concluye que es el momento de actuar para proteger su bienestar y reitera que los estudiantes y los padres ya no quieren escuchar que el cambio tomará tiempo. La urgencia de la situación exige respuestas rápidas y efectivas para garantizar un entorno digital seguro para los más jóvenes.
En Perú, bien haríamos en seguir de cerca esta discusión. Tomemos en cuenta que una encuesta del año pasado realizada por el laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica reveló que el 60 % de los encuestados en Perú indicó que sus hijos pasaban entre 2 y más de 4 horas conectados a internet al día.
Me resulta difícil no tener la sensación de estar frente a la punta del iceberg, como cuando el público empezó a conocer décadas atrás la información científica —ocultada por las tabacaleras— sobre lo dañino que es fumar. ¿Son las redes sociales los cigarrillos del 2024?
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