Muchas universidades, mucho negocio


Las cifras, los negociados y el tremendo desafío de nuestra educación universitaria.


Según la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho) más reciente, en el Perú hay 1’649. 824 ciudadanos formados en administración y contabilidad, pero solo 300.344 ejercen su carrera; hay 1’050.390 que estudiaron pedagogía, pero 474.993 se desempeñan en la docencia; hay 378.705 personas que cursaron derecho, pero solo 94.887 trabajan como abogados.

         Tenemos más profesionales que los que el país puede emplear. Por eso hay un número creciente que se desempeña en actividades de baja calificación. Esta es una de las formas más marcadas de subempleo en el país. Aquí un dato clave: las investigaciones han encontrado que los jóvenes que se formaron en universidades de baja calidad (y bajo costo) tienen mayor probabilidad de ser subempleados (aquí y aquí).

         Mientras no tengamos mejoras sustanciales en nuestro mercado de trabajo, no será muy inteligente invertir en más universidades. Lo que necesitamos es enfocar los esfuerzos en conseguir que las actuales formen mejores profesionales. Para esto están sirviendo la moratoria y la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu).

         Sin embargo, la semana pasada, en medio del caos de la vacancia y de la ilegitimidad de los usurpadores, este Congreso intentaba crear nuevas universidades públicas. Llamar a esto un “error” seria benevolente. Era parte de un accionar clientelista. Varios de los actuales congresistas han conseguido votos ofreciendo estas universidades en sus localidades. Saben que para sus opciones futuras de sobrevivencia en la política deben llevar obras y gestos. Obras: puentes, lozas deportivas, universidades. Gestos: Día de la Aceituna

         Pero la arremetida de este Congreso y sus círculos no ha sido solo contra el segmento público del sistema universitario. En el privado se ha intentado atacar a la Sunedu por el conducto regular, con sus ya famosas comisiones investigadoras, y por la libre, con unas matonerías inaceptables

         La confluencia de intereses políticos y económicos en los sistemas universitarios no es nueva. Tampoco se trata de un fenómeno exclusivamente peruano. ArgentinaChileColombia y varios de nuestros vecinos sufren de problemas similares. Pero en el Perú esto tiene unas características particulares: aquí la Constitución da libertad de participación a agentes privados (con fines en lucro) en los mercados de la educación y, por si fuera poco, estos tienen enormes beneficios tributarios.

         Hace cinco años hice una revisión de algunos estados financieros de universidades. Ahí pude comprobar que el negocio universitario es altamente rentable. En el país, solo la minería y los servicios financieros son actividades más redituables. Pero hay más: casi la cuarta parte de las ganancias son resultado de las exoneraciones tributarias.

         Súmele a esto que, además, se trata de un negocio grande, que casi alcanza un punto del PBI. Rentabilidad y volumen, abundante miel. Por eso resulta interesante mirar el historial de votos de algunos vacadores, especialmente de quienes tienen intereses vinculados a la educación privada que viene mostrando problemas de calidad frente a la Sunedu. 

         Los problemas de nuestro sistema universitario dan para un año de columnas como esta. Eso quedó claro en nuestra reunión de coordinación de #JugoDeCaigua el sábado pasado. Cuando solté este tema cada uno de los demás jugueros propuso un ángulo diferente: el carácter aspiracional de la educación universitaria, la deserción, el costo de la educación, la escasa investigación que se hace, el financiamiento de las universidades públicas, y la lista continuaba. Tuvimos que parar porque había que discutir los otros temas de la semana. ¡Y de qué semana! 

         Solo cierro haciendo notar algo del párrafo inicial de esta columna. Las carreras en las que tenemos mayor sobreoferta de profesionales son de bajo costo para las universidades. ¿Cuánto le cuesta a una universidad el dictado de una clase en estas profesiones? Poco: un aula, pizarra, tizas, un profesor (mal pagado) y los gastos generales de operación de la universidad. Aquí es donde entra a tallar un elemento clave del modelo de negocio: la rentabilidad se consigue metiendo la mayor cantidad posible de estudiantes dentro del aula, masificando.

         En contraste, ¿cuánto le costaría a la universidad ofrecer una carrera de avanzada como ciencia de los materiales, mecatrónica o física nuclear? Solo el valor de los laboratorios hace inviables estas profesiones cuando dejamos que el mercado decida libremente y se autorregule. Los mercados son magníficas herramientas para la asignación de algunos recursos, no todos. Claramente, la educación (que, no lo olviden, es un derecho) no.

16 comentarios

  1. Mona Barreda

    Excelente artículo.
    Para darnos cuenta del nivel de estas «universidades» (bien llamadas, bamba) tendríamos que preguntarnos cuántos hijos de congresistas estudian en ellas. Estoy segura que la respuesta no llegaría a 5% (con suerte). Por qué?, porque no valen nada.

    • hugonopo

      Asi es Mona. Aqui parafraseo algo genial de mi colega juguera Alejandra: en muchos casos se trata de «imprentas de titulos».

  2. MICHEL SEINER

    Cuanta razón, Hugo. Cuando pienso en reforma constitucional en el Perú y la comparo con Chile se hace evidente como en ambos casos el “constituyente” siembra regalitos para sus amigos. ¿Quiénes entraron a los negocios creados y favorecidos por la constitución de 93? ¡En vez de asustarse con cuentos de fantasmas del capitulo economico, la derecha seria deberia querer caerle a estos mercas con el resto de nosotros!

    • hugonopo

      De acuerdo, Michel. Los mercados son maravillosas herramientas para la asignacion eficiente de muchos bienes y servicios. La educacion (asi como la salud y algunos otros) son derechos. Necesitan ser tratados de otra manera.

  3. Benjamin

    De lo mencionado por Hugo es evidente entre otros que hay mas egresados que puestos de trabajo en muchas profesiones, eso tambien empobrece al margen de la «calidad» del titulo, hay varias maneras de ayudar a cambiar esto, ejemplo colocar letras en el titulo y sacar estadisticas de que titulos con que letras son los mas empleables por un organismo independiente ej A para las calificadas A1 para las mejores dentro de estas y asi, el propio estudiante decidira si su exito laboral sera posible si elige una universidad E , puede ser? seran los menos , las E trataran de ser A, las E por mas barato estaran casi vacias? … en sociedades un poco mas planificadas se asignan recursos de acuerdo al exito o necesidad o ambos , por que no incentivar creditos blandos a planes pilotos para promover carreras necesarias modernas empleables , que sean campañas de 5 a 10 años monitoreadas sobre su cumplimiento por un organismo s independiente, otro ejemplo en al agricultura si hay un buen catastro de lo producido y como la naturaleza puede alterar o no , se asignan recursos mas comodos para el cultivo necesario d lo que falta, siempre que cumpla con ciertas reglas de sostenibilidad etc, asi podriamos ayudar a hacer tambien rentable ciertas actividades que hoy no lo son o dejan muy pobres rendimientos para poder re invertir

    • hugonopo

      Buenos puntos, Benjamín. Para lo del monitoreo de la calidad tenemos Ponte en Carrera (https://www.ponteencarrera.pe/pec-portal-web/).
      Lo que mencionas sobre ayudar a hacer rentables ciertas carreras puede funcionar, pero tiene sus límites también. ¿Cómo hacemos rentable la formación en matemáticas puras, filosofía o lingüística? ¿Es algo deseable?

  4. Pía Olea

    Gran tema! Creo que desde siempre nos venden la idea de que contar con un título universitario va a abrirnos las puertas del éxito profesional, una idea romántica de los estudios universitarios. No que estos estén mal, pero la data demuestra que hay muchos factores que también influyen en cómo te va a tratar el mercado laboral aún con título universitario.

    • hugonopo

      Así es pues, Pia. Además de mirarlo desde el ángulo que planteas (un título no es suficiente), también vale la pena preguntarnos: ¿el título es necesario? Como sociedad desdeñamos injustamente a la educación técnica. Aquí también aplica que cuando ella es de calidad, abre muchas puertas.

  5. Jose Ruidias

    Me quedo con esa última gran conclusión Hugo: los derechos no deben ser tratados como un mercado. Gracias por el artículo

  6. Ricardo De la Cruz

    Felicitaciones Hugo. Excelente artículo. Parafraseando el último párrafo: La educación es un derecho, no es un recurso. Los mercados son magníficas herramientas para la asignación de algunos recursos.

  7. Lucas Lavado

    Es verdad que existen más graduados y más titulados que empleados en las referidas profesionales. Pero el problema no está allí, porque ocurres en casi en todas las área sobre todo en derecho (más que en contabilidad). Es menester incrmentar la calidad de la formación incrmentando la competitividad, incrementar el presupuesto de las universidades públicas, promover el desarrollo integral de la sociedad para crear empleo, limitar, en fin, las universidades negocio que hasta hoy ha sido imposible. Es urgente recordarle a Sagasti que no olvide el capítulo 5 de su libro: Un desafío persistente.

  8. Lalo Quevedo

    De elalliminar las exoneraciones tributarias; el dueño del negocio educativo incrementaría su precio. El elalqoempresariado nacional tiene un claro sesgo mercantilista.

  9. Cynthia Rodriguez

    Importantes reflexiones, hace falta realmente la creación de más universidades o fortalecer a las universidades nacionales para que puedan brindar mejores ofertas estudiantiles, presupuesto hay, pero la capacidad de gestión es escasa, las principales reflexiones de aquellos que desertaron es no contar con el apoyo para pagar una buena universidad, pero acceder a una universidad nacional lo consideran muy difícil, parte de los compromisos del minedu no es sólo que los estudiantes accedan a estudios superiores sino la permanencia y culminación.

  10. César H. Yáñez G.

    ¡claro está, nuestros gobiernos debén expresar su voluntad política traducida en presupuestos suficientes para implementación y mejoras, incremento de sueldos para docentes y administrativos, autonomía universitaria y mayor exigencia pata el ingreso a la docencia y a los estudios superiores. Moratoria de 10 a 15 años para la creación de Universidades particulares y eliminación de exoneraciones gradialmente hasta eliminarlas en 10 0 15 años, porque LA EDICACIÓN ES UN DERECHO t no debe permitirse que lucren con ella. Debemos tener universidades públicas de calidad y eso jamás sucederá si los gobiernos de turno no dotan de los recursos suficientes a este sector y no elimina el mercantilismo y competencia desleal que sognifican las universidades particulares.EXISTEN ACTUALMENTE GRANDES INTERESES ECONÓMICOS Y POLÍTICOS que luchan por hacerse del sustancioso mercado peruano de jóvenes ansiosos de lograr sus títulos profesionales y soñar con un sueldo y vida sustanciosos.
    Con respecto a los datos sobre los titulados en Administración, se obvia que, además de los que laboran como tales, muchísimos mas de ellos han generado su propio emprendimiento, no SOLO EN LIMA, sinó en todo el PERÚ…

  11. juan

    muy buen articulo de lectura obligada para mis hijos pre y universitarios.

  12. Wilson

    Es lo que dice la data, nada nuevo. Me gustaría saber la correlación entre los clientes de esas «universidades» y su formación básica mediocre (en algún colegio de cochera o salon H de algún colegio público.) Como país nos estamos equivocando de remedio, solo se busca bajar la fiebre. Gran parte de la solución está en sofisticar al consumidor (estudiantes), el mercado de alguna manera debería depurar a los mercachifles de la educación. Sospecho que los egresados del Markham, Newton, Recoleta, Colegio Mayor, etc. no terminan como estudiantes de estas «universidades».

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