¿Qué dice el último estudio sobre la conducta de los adinerados ante el impuesto a la riqueza?
Quienes me leen por aquí ya saben que suelo reportar libros y artículos económicos que son relevantes para la discusión en el Perú y en países con problemas parecidos. Para no contradecir esa tendencia personal, les cuento que esta semana cayó en mis manos el más reciente documento de trabajo de Julieta Londoño-Vélez y Javier Avila-Mahecha, titulado Behavioral responses to wealth taxation: Evidence from Colombia.
Como su descriptivo título indica, se trata de un estudio empírico sobre cuáles han sido los efectos de los cambios en los tributos sobre la riqueza que se cobran en Colombia.
La relevancia para el Perú es doble. De un lado, se encuentra el actual debate en el mundo sobre la necesidad de imponer tributos sobre la riqueza. Esta discusión se origina en la constatación de la gran desigualdad, así como de la inmensa demanda de recursos públicos para atender a quienes más necesitan o, sencillamente, brindar servicios públicos de calidad. Nuestro país no es ajeno a esta realidad.
Por otro lado, hay un detalle que no me canso de anotar: nuestro parecido con Colombia. Ambos países comparten regiones naturales, gran diversidad cultural y biológica, y un pasado de conflicto armado interno, superficie de tamaño similar, junto con cifras macroeconómicas parecidas. Desde mi punto de vista, Colombia es un mejor referente que Chile para comparar políticas económicas.
Para mí, el primer descubrimiento fue la existencia del impuesto a la riqueza en Colombia. Por cierto, este solo aporta menos de 3 décimas porcentuales del PBI, pero en un mundo de escasez de recursos, cualquier aporte a las arcas fiscales no está de más. La pregunta cae de madura: si Colombia lo tiene, ¿por qué no Perú?
El segundo descubrimiento es que los autores han tenido acceso a los datos de los contribuyentes entre 1993 y 2016. Esto permite saber cuánto ha declarado el mismo contribuyente en todos esos años y cómo han cambiado esas declaraciones en el tiempo, particularmente, ante reformas tributarias. Son datos longitudinales, en nuestra jerga, y valiosísimos.
Que un investigador económico tenga acceso a una base de datos equivalente acá en el Perú es sencillamente inimaginable. Lo primero que pensé es que se había cuidado la reserva tributaria, pero no ha sido así, ya que para poner a prueba una de sus hipótesis usaron también los Panama papers, esa enorme base de datos que fue develada por periodistas de investigación de varios países. De esta manera pudieron relacionar lo declarado a la autoridad de impuestos de Colombia con lo encontrado en esos archivos de Mossack-Fonseca.
Pero basta de contexto. ¿Qué encontraron Londoño-Vélez y Avila-Mahecha con esta espectacular base de datos?
Un primer hallazgo fue confirmar la hipótesis del comportamiento defensivo de los contribuyentes cuando hay cambios tributarios. Específicamente, reducen la riqueza reportada ante aumentos en las tasas impositivas, con lo cual el fisco termina recaudando menos. Las estimaciones realizadas por los autores calculan en 20 % la reducción de ingreso tributario debido a este comportamiento.
Si la riqueza, por definición, es poco líquida, ¿cómo así se puede reducir en respuesta a aumentos en las tasas impositivas? Los autores encuentran que las reducciones se concentran en aquellos activos que las autoridades no pueden verificar. Recordemos que ahora muchas entidades están obligadas a reportar a la autoridad tributaria: bancos, notarías, y similares. Los contribuyentes que reducen el valor de su riqueza lo hacen a costa de activos sobre los cuales no existe un tercero que verifique.
Un tercer hallazgo muy importante es que los cambios de comportamiento resultantes de aumentos de tasas impositivas son permanentes. En otras palabras, si modifiqué la composición de mis activos y su valor porque se me venía un incremento de impuestos a la riqueza, mantendré el cambio y terminaré reportando —y pagando— menos. La implicancia señalada por los autores es crítica: los cambios temporales en las tasas tienen efectos permanentes en la recaudación.
Hay más, por supuesto, pero me quedo con estos hallazgos como un ejemplo para nuestra autoridad tributaria, y ojalá que los investigadores podamos aprovechar los datos plenamente y así formular políticas tributarias con una mejor base.
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Este artículo, nada raro en esta página, está abstolutamente desconectado de la realidad peruana, algo tan común en el izquierdista tan avido de quitar y repartir, sin entender y pensar cómo se genera la riqueza. La socialista que lo escribe ni siquiera da una buena razón para implantar el impuesto a la riqueza o sea al patrimonio, a pesar de su minimo impacto en el PBI, refiere a mas gasto público (previsible en todo comunista), mayor gasto en programas sociales (otra rojada) y a un supuesto debate mundial (?)…. cuando ese impuesto se planteó hace 100 años. .
Propuestas como esta son resultado lógico del pensamiento socialista, lleno resentimiento y venganza. Quitarle al que tiene sólo porque tiene, en el fondo eso es lo que los mueve. Que sigue? impuesto a los apellidos compuestos? o hay algo más eficaz que calme (temporalmente) el complejo de inferioridad?
El impuesto a la riqueza, (así como a la herencia) grava el patrimonio y no la ganancia, lo cual es nefasto porque es confiscatorio, quita sólo por el hecho de tener y no promueve generar utilidad ni riqueza, más bien lo único que hace es ahuyentar la inversión, (principalmente la local) que justamente es la fuente generadora de esa riqueza, con un efecto multiplicador que genera empleo y desarrollo. Prosperidad que tuvimos hasta que la caviarada y demás socialistas se hicieron del poder, desde Humala en adelante, y la destruyeron.
Pero la desconexión está en querer comparar Chile o Colombia con Perú, cuando ellos no tienen 85% de informalidad que no paga impuestos. O sea, la propuesta de la comunista es que los pocos que ya pagan impuestos, paguen mas incluso cuando no generen ganancia. Esto lleva al a quiebra a las empresas y empresarios! Y donde quedó la igualdad ????’ En el Perú, la tributación es totalmente desigualitaria, pero por esto no luchan los rojos, por el contrario quieren agravarla. Si quieren poner más impuestos, que venga aparejado del derecho a voto, que sólo voten los que pagan impuestos, como en un edificio solo votan los que pagan el mantenimiento. Eso sería lo justo o más cercano a igualitario.
Y gente como esta está en el aparato público, comprensible el desastre que vivimos.
P:D uso «socialista» y «comunista» indistintamente, ya que para la articulista es proclivie a buscar fachos, así que le damos un poco de su propia medicina cubana.
Estoy convencido que estos rojos son puro bururú, puro floro y pantalla, no leen ni condorito, ni completan medio crucigrama del trome. Este impuesto hoy se aplica en muy pocos países, es mentira que hoy exista tal debate mundial, salvo en el cerebro de la que escribe y algun otro similar a ella.
No sólo es confistactorio, en Perú sería inmensamente abusivo porque los pocos que pagan impuestos no reciben nada a cambio, no consumen los servicios del Estado por su pobre calidad, educación, seguridad, salud, pensión, etc tienen que pagarlos a privados. La habil escritora quiere más, para seguir siendo más ineficiente, en la linea de que unos vivan a costa de otros. Finalmente lo que quieren es mas plata para la burocracia, o sea ellos mismos…. De eso se trata todo. Si «super inteligente PUCP» que estás pensando en que en Francia e Italia hay impuesto a la riqueza, pero los servicios son de tal calidad que el rico se atiende en ellos. En Perú ni tranporte público. En Argentina también hay, pero en poco tiempo su odiado Milei lo estará eliminandolo junto con toda la estructura estatal, normas, beneficios, lenguajes de risa, politicas de genero y demás cosas innecesarias creadas por los socialistas kirchneritas y que sólo han destruido Argentina, además de dotarla de una legión de intratables feminazis dignas de un circo y/o Larco Herrera..