La ciencia en las noticias virales


La tragedia del Ocean Gate nos reta a reflexionar sobre los científicos y los virales 


El ciclo de noticias produce más información de la que cualquier ser humano puede seguir al detalle. Sin embargo, cada cierto tiempo una noticia parece acaparar todos los medios y conversaciones. Esta semana se trató de la desaparición y exposición del sumergible Ocean Gate, que realizaba una expedición para visitar los restos del Titanic. La tragedia tenía todas las características para volverse de interés mundial: la obsesión por los restos históricos, la falta de regulación del sumergible, los adinerados tripulantes, y el obsesivo control del fundador de la empresa. Pero la noticia también tenía una cuota científica que ha sido cubierta por comunicadores científicos y académicos, y nos brinda una oportunidad para reflexionar sobre el rol del conocimiento cuando las noticias son virales. 

Lo primero que podemos identificar es que los comunicadores científicos y académicos también participan en el ciclo de noticias. Algunas personas piensan que los expertos solo aparecen en la televisión o en redes cuando ellos son quienes han liderado un descubrimiento. Sin embargo, noticias como la del Ocean Gate demuestran que los medios no solo incluyen las opiniones del personal de la Marina o de buzos especializados, sino también de académicos que realizan investigación básica o aplicada a estos temas. Un ejemplo es Stefano Brizzolara, quien es investigador de Ingeniería Aeroespacial y Oceánica en Virginia Tech, Estados Unidos. El científico ha sido presentado en diversos medios, como CBS News, como alguien que puede brindar “nueva información” sobre el caso, puesto que él realiza investigación sobre la exploración oceánica y es capaz de explicar las diferencias entre los equipos que usualmente se utilizan en investigación regulada y los equipos que fueron usados por el Ocean Gate. 

La participación de científicos en medios tradicionales no es algo novedoso y tal vez haya sido en la pandemia del coronavirus cuando se haya dado el pico de participación de expertos en medios de comunicación. Sin embargo, la mayoría de nosotros ya no recibimos las noticias por la televisión, sino por redes sociales; y es en estas plataformas donde también se ha generado un espacio para la opinión de los expertos.  

Al ser la del Ocean Gate una noticia reciente, no existe información concreta sobre qué plataforma ha sido la más usada por los científicos para hablar sobre este caso. Anteriormente, podíamos asegurar que Twitter era la plataforma escogida. Sin embargo, después de los últimos cambios que transformaron el uso de las verificaciones e hicieron más difícil identificar a los expertos, no podemos asegurar que Twitter haya sido donde más información académica se haya publicado. Como siempre, YouTube y Facebook tienen gran cantidad de información sobre cualquier noticia, incluyendo contenido científico. 

Por su parte, TikTok se posiciona como un lugar llamativo para la divulgación científica. En el caso de Ocean Gate, y otras noticias de interés mundial, esta información ya es viral en la plataforma, por lo que la nueva información científica no es limitada solo a quienes consumen información científica, sino que también se presenta a quienes siguen la noticia viral. Esto ocurre en cualquier plataforma de redes sociales; sin embargo, en Instagram o Twitter sí es más importante que los expertos ya cuenten con una comunidad de seguidores, lo cual pesa menos en Tiktok. Es así que un experto con una comunidad limitada de seguidores —o que nunca, en algunos casos, ha publicado en TikTok— puede publicar un video dando precisiones sobre el Ocean Gate en TikTok y obtener más de un millón de reproducciones. Un ejemplo es la cuenta de la doctora Ashley Spencer —@ash_phd en TikTok—, una física experta en materiales que explicó cómo afectaba que el sumergible estuviera hecho de fibra de carbono y de qué manera esto afectaba en las condiciones extremas a las que el sumergible estaba expuesto. El video cuenta ahora con 2.6 millones de vistas, una diferencia considerable con respecto a los otros videos que la investigadora publica, que usualmente oscilan entre las 10 y 20 mil reproducciones.  

La oportunidad que una noticia viral puede ofrecer a la divulgación científica también trae críticas. Para algunos colegas, la divulgación de la ciencia no debería perseguir la viralidad de las redes sociales, o entrar en el ciclo de las noticias, porque la rapidez que requieren esas respuestas da lugar a imprecisiones. Por mi parte, entiendo esta postura y estoy de acuerdo en que hay más posibilidad de ser imprecisos si no hay investigación de por medio para comentar sobre un caso. Pero, al mismo tiempo, sería irreal esperar a que se realice investigación sobre la implosión

 del Ocean Gate para poder realizar cualquier comentario cuando ya tenemos conocimiento que se puede aplicar a este caso.  También debemos reconocer que la participación cautelosa de los científicos en el ciclo de noticias influye positivamente en la confianza que existe en la ciencia. Por una parte, se demuestra cómo el conocimiento producido en las universidades e instituciones de investigación tiene una repercusión en el mundo real, y cómo esta nos ayuda a entender mejor qué sucede en emergencias y cómo reaccionan nuestros cuerpos y determinados materiales en situaciones extremas. 

Esta conversación también da lugar a una segunda crítica, más importante, desde mi opinión. Gran parte del público ha señalado cómo las noticias se volcaron a cubrir la muerte de un grupo de personas adineradas que se embarcaron en una exploración poco regulada y la cantidad de recursos puestos en salvarlos. La gran diferencia viene en cómo las noticias cubren cuando miles de migrantes mueren anualmente tratando de llegar a las costas europeas y qué recursos se destinan a salvar las vidas de estas personas. Si bien algunos divulgadores científicos también han cubierto las desapariciones de migrantes en el mar, no es un tema frecuente en la divulgación. Por ejemplo, para el Ocean Gate, muchos divulgadores explicaban qué ocurren con tu cuerpo al estar expuestos a determinada presión o temperatura; algo que también sería importante de conocer en los casos de aquellas personas que están expuestas a condiciones extremas en las rutas hacia Europa para poder brindarles la ayuda necesaria. 

La intensidad con la que las noticias han cubierto el hundimiento del Ocean Gate nos enseña que la ciencia sí tiene un lugar en las noticias virales. Pero también nos recuerda la responsabilidad social de la ciencia y la divulgación para explicar qué ocurre en otras emergencias, como los fallecimientos de los migrantes, aunque estas no acaparen titulares. Tratar de explicar nuestro entorno no solo es una respuesta a la demanda de información del público: también es fundamental para explicar aquellos mundos que usualmente ignoramos. 


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