Aquel arranque de la diversificación productiva y su actual agenda dispersa
Claudia Sevillano es abogada por la Pontificia Universidad Católica del Perú y magíster en Economía Política Internacional por la City, University of London (UK).
Cuenta con amplia experiencia en temas regulatorios, planeamiento, políticas de innovación y gestión pública. Ha prestado servicios en órganos de línea y de alta dirección en diferentes entidades del sector ejecutivo y gobierno local, y es profesora de Economía y Derecho en la Facultad de Derecho de la PUCP.
“In the long run, we are all dead.” Esta afirmación del economista John Keynes podría ser interpretada rápidamente como un llamado a pensar que lo único que importa es el corto plazo[1]. Bajo esta perspectiva se podría justificar, por ejemplo, el diseño de una economía que utiliza al máximo sus recursos aprovechables, aunque no sean renovables, sin mayor visión de futuro. Por supuesto, en situaciones donde la pobreza campea y el hambre no espera, las voces mayoritarias apoyarán este diseño. Sin embargo, cuando dichas situaciones se han controlado y se ha asegurado por varios años un crecimiento económico constante gracias al aprovechamiento de tales recursos, la pregunta que surge sería: ¿existe acaso otra forma de crecer y de aprovechar mejor nuestros recursos, para asegurar un crecimiento en el largo plazo?
Hace exactamente una década, esa pregunta tuvo un atisbo de respuesta en el Perú. El 27 de julio de 2014 fue aprobado el Plan Nacional de Diversificación Productiva. Este plan puso sobre la mesa la necesidad de crear nuevas fuentes de crecimiento para el país, así como empleos de buena calidad y reducir la dependencia de las exportaciones de recursos naturales. Se buscó sentar las bases del crecimiento a largo plazo, pensando en el futuro, para impulsar la mejora de la productividad de nuestras unidades productivas y hacerlas más competitivas con miras a conquistar mercados internacionales, tomando en cuenta, además, las diferencias cruciales que existen entre los sectores económicos, el tamaño de las empresas y las regiones.
En este sentido es que se plantearon líneas de acción, instrumentos de política, entes involucrados, etc., evidenciando la necesidad de articulación entre el sector público, la academia y el sector privado, y en diferentes materias como innovación, ciencia y tecnología, fuentes de financiamiento, entre otras. No obstante, los avances logrados a la fecha son tímidos y dispersos, sin dejar de agregar que, en el 2022, el Ministerio de la Producción aprobó la Política Nacional de Desarrollo Industrial con objetivos prioritarios enfocados al sector manufacturero y se encuentra en carpeta del Congreso de la República un proyecto de ley que busca aprobar una nueva Ley de Industrias.
Si bien debemos reconocer que la planificación nunca ha sido el fuerte del Estado peruano, en los últimos años, sumado al deterioro institucional y las crisis sociales y políticas, estamos observando un festín de intereses cortoplacistas que privilegian el ahora y el rédito inmediato, aun cuando esto signifique no solo alejarnos de un crecimiento sostenible, sino, incluso, pone en riesgo nuestros propios recursos naturales. Un buen termómetro, con miras a las próximas elecciones, será anotar quiénes de los futuros candidatos consideran fundamental el impulsar una verdadera transformación productiva que revolucione nuestro atomizado tejido empresarial, que nos haga partícipes activos de cadenas de valor globales y, sobre todo, que nos prepare para enfrentar con éxito las crisis climáticas y de inseguridad alimentaria que ya experimentamos. Al final de cuentas, el futuro está más cerca de lo que creemos y una apuesta como la descrita puede marcar la diferencia para que los que nos siguen lleguen mejor preparados.
[1] La frase de Keynes forma parte de una reflexión mayor, como desarrolla este artículo de Business Insider: https://www.businessinsider.com/john-maynard-keynes-niall-ferguson-gay-comments-future-generations-2013-5#:~:text=A%20lot%20of%20people%20have,matters%20is%20the%20short%20term.&text=But%20the%20full%20line%20is,run%20we%20are%20all%20dead.
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