El pescado que alimenta la Amazonía


O por qué la minería aluvial es un problema continental


En las profundidades de la Amazonía peruana, donde los ríos serpentean entre bosques inundables y humedales que forman un intrincado sistema acuático, la pesca no es solo una actividad económica: es el pilar fundamental que sostiene la vida de miles de familias. En 2015, junto a Elena Borasino, Manuel Glave, Miguel Ángel La Rosa, Andrea Ramos y Karla Vergara —investigadores del Grupo de Análisis para el Desarrollo (GRADE) y del Instituto de Estudios Peruanos (IEP)—, completamos un estudio que revela la dependencia que tiene la región de Loreto de sus recursos pesqueros, una relación que va mucho más allá de las estadísticas económicas.

El departamento de Loreto, que ocupa casi un tercio del territorio peruano y alberga solo el 3.3 % de su población, tiene una relación única con la pesca. En las zonas rurales, especialmente en las áreas inundables, cerca del 95 % de las familias consumen pescado regularmente, obteniéndolo principalmente a través de la pesca de subsistencia. En las ciudades, este porcentaje se mantiene sorprendentemente alto, rozando el 80 %, lo que demuestra la importancia cultural y nutricional de este recurso en toda la región.

Los números son reveladores, pero apenas rascan la superficie de esta historia. El verdadero valor del pescado en la dieta loretana se refleja en su aporte nutricional: para 2013, una persona promedio en Loreto consumía más de 300 calorías diarias provenientes del pescado, junto con 49 gramos de proteínas, convirtiendo a esta región en la mayor consumidora de pescado del Perú. Esta dependencia es particularmente pronunciada en las zonas rurales inundables, donde el pescado puede proporcionar hasta el 17 % de las calorías diarias necesarias y más de diez veces los requerimientos mínimos de proteínas.

La economía pesquera de Loreto se estructura alrededor de cinco ciudades principales: Iquitos, Yurimaguas, Requena, Contamana y Nauta, cada una con su propio papel en el ecosistema comercial. Iquitos, la capital regional, domina el mercado y recibe aproximadamente el 60 % de los desembarques pesqueros. Tres especies —el boquichico, la llambina y la ractara— representan más de la mitad de toda la pesca comercial, lo cual evidencia una dependencia potencialmente riesgosa de un número limitado de especies.

El estudio reveló también una marcada división entre la pesca urbana y la rural, que refleja dos mundos diferentes, pero interconectados. En las ciudades, la gente compra su pescado principalmente en mercados y gastaba en promedio 52 soles mensuales (aproximadamente 14 dólares en 2015). En contraste, en las zonas rurales inundables, las familias raramente compran pescado: el 94 % de su consumo proviene de la pesca de subsistencia, una práctica que no solo alimenta a las familias, sino que también mantiene vivo un conocimiento tradicional sobre los ecosistemas acuáticos.

Esta dependencia del pescado tiene implicaciones cruciales para la seguridad alimentaria regional. En un departamento donde las alternativas para la producción de proteína animal son limitadas y podrían representar un riesgo para el ecosistema por la deforestación que demandan, el pescado se convierte en un recurso insustituible. El estudio destaca que, en las zonas rurales, el valor económico real de la pesca de subsistencia supera significativamente al de la pesca comercial, aunque esto raramente se refleje en las estadísticas económicas oficiales.

Sin embargo, también destacamos importantes señales de alarma. La sobreexplotación y la contaminación están amenazando las poblaciones de peces, particularmente en las especies más populares. Esta situación podría tener graves consecuencias para la seguridad alimentaria de la región, especialmente si consideramos que Loreto carece de una industria acuícola desarrollada que pudiera compensar cualquier disminución en las poblaciones de peces silvestres, que se encuentran en cursos de agua que se inician en la vertiente oriental de los Andes, allí donde encontramos también actividades de minería aluvial.

Este panorama nos llevó a recomendar la formulación urgente de políticas públicas que protejan tanto los recursos pesqueros como las prácticas tradicionales de pesca. Estas políticas deberían reconocer no solo el valor económico de la pesca comercial, sino también la crucial importancia de la pesca de subsistencia para las comunidades rurales y el cuidado del ecosistema acuático de la cuenca del río Amazonas.

Este panorama detallado de la pesca en Loreto nos recuerda que, en algunas partes del mundo, la pesca no es solo una actividad económica o recreativa, sino una práctica fundamental para la supervivencia y el bienestar de comunidades enteras, un vínculo vital entre la gente y sus ríos que merece ser protegido y preservado para las generaciones futuras, comenzando con la calidad de las fuentes de agua, es decir, los ríos cuya interconexión en la cuenca amazónica es abrumadora.


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