El gran maestro que se fue


En memoria de un economista estadounidense que se llevó al Perú en la mente y el corazón


Manuel Glave es economista e investigador principal del Grupo de Análisis para el Desarrollo-GRADE, y profesor principal del departamento de Economía de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Es doctor en Economía por la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign. Entre sus investigaciones destacan las realizadas sobre sistemas de producción campesina en ecosistemas de montaña, participación comunal en áreas naturales protegidas y valoración económica de la diversidad biológica y los servicios ambientales. Ha sido presidente del Seminario Permanente de Investigación Agraria (SEPIA) y, con Juana Kuramoto, coordinador nacional del proyecto Minería, Minerales y Desarrollo Sostenible (MMSD). También ha sido presidente de la Federación Peruana de Ajedrez.


A lo largo de los más de 40 años de mi vida como estudiante y profesional de la economía, siempre ha sido un desafío ir más allá del análisis cuantitativo y las inferencias estadísticas de los modelos econométricos. Complementar este instrumental con una adecuada comprensión de la dinámica social, política, y cultural de largo plazo de nuestra sociedad ha sido, y sigue siendo, una de las tareas más complejas para los y las economistas en el mundo. Para mi suerte, tuve la oportunidad de llevar extraordinarios cursos con el profesor Heraclio Bonilla en los años 80 en la Universidad Católica del Perú, y, a través de mi hermano Luis Miguel, uno de los mejores historiadores peruanos, conocí a una generación brillante de investigadores históricos, como los buenos amigos Carlos Contreras, José Deústua, Alfonso Quiroz, el gran Efraín Trelles, entre varios más. Pero si tuviera que resaltar a un investigador en historia que estableció desde la economía el camino a seguir —ojo, que todos los mencionados antes son historiadores— habría que señalar indudablemente al profesor Shane Hunt, quien dejó la tierra el último fin de semana. 

Siendo estudiante de pregrado en la Universidad Católica, y gracias a brillantes maestros como Bonilla y Alberto Flores Galindo, pudimos gozar leyendo los artículos seminales del profesor Hunt sobre el periodo del guano en el siglo XIX peruano o sobre las haciendas en América Latina. No fue sino hasta mis estudios de doctorado que comprendí en su total importancia sus contribuciones: la serie del quantum de exportaciones peruanas desde 1830, pasando por el impacto del boom del guano en el crecimiento de la economía peruana antes de la Guerra del Pacífico, la evolución de los salarios reales durante la primera mitad del siglo XX, el rol de la inversión directa extranjera antes y durante el régimen militar de 1970 y, yendo más allá del Perú, la lógica económica del funcionamiento de las haciendas y plantaciones en América Latina. Leyendo los trabajos de Hunt siempre surge la pregunta sobre si estudiar el pasado puede contribuir a la construcción de teoría económica, y el autor de esos trabajos es, probablemente, el mejor ejemplo de la respuesta afirmativa. La reconstrucción de datos en el pasado, como la serie de exportaciones o el ingreso nacional, no solo busca tener más y mejores datos, sino también la posibilidad de revisar o construir teoría económica. Y este es, probablemente, el principal mérito académico de la carrera de Hunt, ya que en sus trabajos uno siempre encuentra hipótesis y preguntas teóricas detrás de su esfuerzo de construcción o reconstrucción de datos. Un clásico ejemplo que los estudiantes de Historia Económica del Perú discutimos todos los semestres en las universidades es el artículo de Hunt sobre el carácter rentista de las élites empresariales durante el boom del guano.

Fue recién en el año 1993 cuando tuve la oportunidad de conocer al profesor Shane Hunt personalmente, puesto que él era entonces el director del proyecto PAPI (por sus siglas en inglés: Análisis, Planeamiento y Ejecución de Políticas, financiado, por supuesto, por USAID y del cual, en estos momentos, no podemos acceder a su acervo documental gracias a las políticas a lo stormtroopers de míster Musk). El entusiasmo intelectual que tuve por conocer en persona a Shane rápidamente quedó relegado a un segundo plano, dada la calidez humana tanto de Shane como de su esposa Barbara, con quienes establecimos una relación de cariñosa amistad más allá de nuestros intereses académicos y profesionales. En mi caso, el amor y casi fanatismo por los deportes hizo que nunca dejáramos de charlar acerca de sus Red Sox o Patriots, o de mis Cubs o Bulls, y gracias a Shane descubrí fascinantes y múltiples historias del deporte norteamericano y, como siempre, su vínculo con la sociedad y política del momento.

Luego de su regreso a Boston a fines de los años 90, tanto Shane como Barbara mantuvieron lazos con el mundo académico peruano a través del Consorcio de Investigación Económica y Social, la Universidad Católica, el Instituto de Estudios Peruanos, la Universidad del Pacífico o el Grupo de Análisis para el Desarrollo, con quienes, en todos los casos, ambos establecieron diferentes relaciones directas a lo largo de las décadas. Pero sus grandes trabajos de Historia Económica estaban dispersos y eran poco accesibles. De ahí la enorme importancia que tuvo la publicación que el Instituto de Estudios Peruanos hiciera en el año 2011, que contiene 10 trabajos, 7 de ellos publicados entre los años 70 y 90, y un ensayo introductorio. No los voy a cansar reseñando el libro La formación de la economía peruana: distribución y crecimiento en el Perú y América Latina, pero pueden revisar una pequeña reseña que preparé ese año para la revista Argumentos del propio Instituto de Estudios Peruanos que aquí comparto

En los últimos años tuvimos la oportunidad, de manera intermitente, de encontrarnos con Shane y nuestras familias, y siempre, además de dialogar sobre deportes o actualidad política, había una pregunta o inquietud en la construcción del conocimiento sobre nuestra historia. Es más, después de la pandemia, Shane se había embarcado en la tarea de reconstruir la historia de la enseñanza de Economía en las universidades peruanas y estaba muy interesado en conocer los detalles de un pequeño estudio que hice junto con el profesor Efraín González sobre la enseñanza de esta disciplina en universidades públicas en el Perú. El entusiasmo de Shane por seguir investigando y por construir conocimiento, pero basado en relaciones de cariño, amistad, cultivando la familia y con absoluta humildad, es un legado inolvidable que, para quienes tuvimos la oportunidad de conocerlo, aunque sea brevemente, nunca olvidaremos. 

Gracias Shane, y hasta pronto.


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1 comentario

  1. Muy relevante y oportunísima reseña por el vuelo final del maestro Hunt justamente en la grave circunstancia nacional que precisa tanto de su aporte. Enfocar el análisis económico con historia y contexto republicanos, precisar en cifras lo que ha significado l@ tradicional visión rentista del estado botín, es cortar el jamón por donde se debe. Todas las discusiones ideológicas que enmarañan actualmente la escena política, con terminología y conceptos extranjerizantes y confusos que promueven falsas dicotomías , caen por su peso ante quien se planta en pie sobre la realidad. Atreverse a mirarla es comenzar a sanar de las perversas enajenaciones en que a veces barrocamente nos complacemos

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