Frente a unas lastimosas declaraciones, recordemos a las mujeres que han construido el Perú
En estos últimos días he estado reflexionando sobre lo que entendemos por liderazgo. Esto, luego de unas desafortunadas declaraciones del ministro de Cultura, Fabricio Valencia, quien afirmó que ahora es la primera vez en 14 mil años que “una dama dirige el destino de los peruanos” en referencia a nuestra actual jefa de Estado.
Sí, actualmente, tenemos a una mujer como jefa de Estado. Sin embargo, además de contar con uno de los niveles de aprobación más bajos de nuestra historia reciente, se le cuestiona si realmente está gobernando. Por ello, en este contexto pienso que es valioso enfocarnos en recordar a tantas mujeres que en diferentes épocas han ayudado a construir la sociedad peruana en sus diferentes aristas y contextos. ¿De dónde emana el liderazgo? ¿Solo es para un cargo nominal, político, nobiliario? ¿Existe una o diferentes formas de liderar?
Existen tantos nombres, algunos más evidentes y otros poco conocidos. Por ello me animé a convocarlos a ustedes, queridos lectores, mediante mis diferentes redes sociales —incluida la flamante BlueSky— para decidir qué personas sería interesante mencionar. Sus respuestas fueron muy diversas y abarcaron diversas definiciones de liderazgo, desde lo político hasta el activismo y la sabiduría cultural, lo que evidencia que las mujeres han liderado en múltiples áreas, a menudo sin el reconocimiento adecuado.
Si viajamos cientos de años atrás, cuando estos territorios todavía no se conocían como el Perú, es probable que venga a nuestra mente la Dama de Cao, lideresa en la cultura Moche, cuyos restos fueron encontrados en las últimas décadas. Antes de saber de su existencia se creía que solo los hombres habían podido ejercer altos cargos en el antiguo Perú. Sin embargo, otro nombre menos conocido es el de la señora de Chornancap, sacerdotisa de la cultura Lambayeque en el siglo VIII. Recordemos, también, que durante el imperio incaico hubo figuras como Mama Ocllo, y que durante la época colonial tuvimos ejemplos femeninos de resistencia como Micaela Bastidas, Tomasa Tito Condemayta y María Andrea Parado Jayo.
Un nombre que recibí reiteradamente, apuntando a nuestra época republicana, fue el de Francisca Zubiaga y Bernales, también conocida como “La Mariscala” o primera presidenta de facto en el Perú del siglo XIX. Y también el de Antonia Moreno de Cáceres, esposa de Andrés Avelino Cáceres, quien cumplió un importante rol durante el contexto de la guerra con Chile a fines del XIX.
Además del liderazgo político, podemos pensar en guías del saber, como María Luisa Aguilar, primera astrónoma peruana en el siglo XX. También en Victoria Santa Cruz, poeta, compositora y activista afroperuana. O en Nora de Izcue, directora de cine, quien innovó con su documental en quechua Runan Caycu en la década de 1970. Podemos nombrar también figuras como la de Mama Angélica, que nos dio luces sobre cómo reconciliarnos con nuestra difícil historia reciente; y a Máxima Acuña, quien nos demuestra que es necesario proteger a nuestro planeta incluso teniendo a grandes corporaciones en contra.
Por supuesto que esta breve invocación es apenas un apéndice de muchos nombres que deberían estar presentes en nuestro imaginario social e histórico. Pero, ¿por qué es importante hacerlo? Como indican los investigadores Annie Chiponda y Johan Wassermann, las ideologías de una sociedad se mantienen en la forma de un cuerpo organizado de conocimiento, y la ausencia de mujeres en nuestros discursos oficiales promueve una versión segregada de nuestra historia.
Esta reflexión es una oportunidad para enriquecer nuestro imaginario social e histórico, y busca fortalecer nuestra identidad como sociedad más diversa. Y, además, al reconocer el liderazgo femenino en todas sus formas, en el futuro evitaremos declaraciones como las del ministro de Cultura que, como mínimo, se perciben como muy inapropiadas.
P.D.: Si de pronto aún están buscando detalles para San Valentín —o para cualquier otra ocasión— ojalá que este artículo les anime a regalar libros como Valientes: Mujeres del Bicentenario’ (2024) de Teresina Muñoz-Nájar o Había una vez una peruana(2018), una creación de 19 autoras y 20 ilustradoras peruanas.
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