Nuestro problema de origen desnudado por una segunda vuelta
En 1522 un joven vasco de 27 años llamado Pascual de Andagoya fue el primer occidental en escuchar la existencia de un reino que más tarde se llamaría el Perú. Fueron dos palabras sencillas, el oro y la plata –que aparentemente allí abundaban–, las que detonaron proezas de conquista que terminaron por cambiar la historia del mundo.
Andagoya no pudo culminar su sueño de descubrir tales territorios para su gloria, pero un par de años después tres españoles sí se asociaron en Panamá para lograrlo. En toda escuela peruana los niños saben los nombres, al menos a mí se me quedaron grabados: Francisco Pizarro, Diego de Almagro y Hernando de Luque.
Aquella vez, esa manera curiosa de descubrir reinos, como quien hace una chancha para repartirse un chocolate, llamó un poco mi atención, pero no fue hasta estas últimas elecciones –siempre he sido algo lento– que la locura imperante en ellas acabó por tener sentido: el Perú nació como una empresa. Una empresa épica, por supuesto, con sangre, dolor y canto de poetas, pero con un claro objetivo de usufructo. No es gratuito, dicho sea de paso, que una de las acepciones de la palabra empresa sea la palabra aventura.
El Perú que conocemos, producto del mestizaje, no nació con los ideales de un asentamiento con valores igualitarios, sino con la misión de engrosar las rentas de estos empresarios aventureros y de un reino europeo que debía costear sus guerras.
¿Qué puede esperarse, al largo plazo, de un país que fue concebido como emisor de remesas?
Como ya lo anticipé, lo hemos visto siglos después en esta campaña electoral: ciudadanos que han disfrazado con valores democráticos sus legítimas aspiraciones de seguir disfrutando su comodidad financiera. Si piensa que exagero, ampliemos el mapa. O leamos a Conrad y sintamos the horror, the horror. Hasta el siglo XX, las potencias occidentales tenían normalizado el pacto de tratar a sus colonias como proveedoras de insumos. Varios de los actuales países pobres fueron organizados como empresas que debían rendir dividendos y son conocidos los excesos cometidos en ellos. El caso del Congo belga es uno de los más espeluznantes: 23 años de genocidio en una colonia personal del rey Leopoldo II. (Sin ir muy lejos, a nivel subnacional, la sociedad peruana dejó establecerse durante la era del caucho una empresa genocida en las selvas del Putumayo, pero esa es otra historia). En el caso del Congo o de la actual Haití, lo que se produjo fue una colonización en plan de explotación pura y dura, pero sabemos que eso no se aplicó exactamente en Perú: cuando aquellos conquistadores empresarios llegaron, también trajeron su ilusión de formar aquí familia y descendencia.
Fuimos una colonia que empezó buscando réditos económicos y que en el camino buscó convertirse en una sociedad que no fuera solo comercial.
Sin embargo, ha sido imposible que el motivo primigenio no terminara imperando a la larga.
Una cosa es una sociedad que se funda con instituciones que buscan la equidad entre iguales y otra es aquella que en su partida de nacimiento tiene como objeto la explotación de recursos.
En estas semanas electorales, por ejemplo, el Perú se vio dividido en dos mitades: una que tiende a creer más en el modelo económico que liberó nuestra economía durante los últimos 30 años, y otra que tiende a pensar que tal modelo debe ser cambiado desde los grados más leves hasta los más radicales. Soy consciente de que esta es una descripción básica que no contempla las sofisticaciones de otros relatos, pero intuyo que es la madre de todos ellos: la dignidad de los ciudadanos depende de qué tan cercanos se sienten del reparto de la riqueza. No faltaron entre los defensores del statu quo económico quienes enarbolaron banderas que se alejaban de lo monetario, pero sospecho que era para disfrazarlo. Keiko Fujimori, quien tan solo el año pasado fuera la política más desprestigiada entre muchos que hoy la defienden –la misma que fuera zarandeada antes de la primera vuelta en un programa de farándula para solaz de casi todo el país–, se convirtó de pronto, milagrosamente, en símbolo de democracia y libertad, conceptos muy grandes que, como he dicho, a mi entender encubrían la protección de algo más metálico; un disfraz narrativo que me recuerda cómo la propagación del cristianismo fue también una manera de justificar la explotación de estas tierras. La razón obvia de este súbito despertar democrático la tenemos en su contendor: un profesor improvisado que provoca miedo porque parece no saber nada de economía, pero también un representante histórico de quienes en esa empresa llamada Perú suelen ser la mano de obra y no la cabeza dirigente. Las demostraciones están para quien quiera verlas.
Unos días antes de esta segunda vuelta visité el valle de Mala, al sur de Lima. Walter, el encargado de la chacra que me hospedó, me contó que en el fundo vecino el terrateniente había reunido a sus trabajadores y les había advertido que si Keiko Fujimori perdía, que se fueran buscando un trabajo: él vendería todo y volvería a España. Ese mismo día, mi amigo Juan Pablo me contó que unos proveedores suyos en Ate se habían organizado para colocar carteles de “Se vende” en sus negocios para atemorizar a sus contactos comerciales y vecinos.
Aquellas fueron las últimas de muchas prácticas que cualquier peruano ha podido observar en estas semanas: letreros que alertaban contra el comunismo donados por empresarios, chats de señoras adineradas en los que se compartían consejos para alinear a sus trabajadoras, recomendaciones en Linkedin para incentivar económicamente el voto por Fujimori, y hasta bonos salariales en caso de que perdiera Pedro Castillo; toda una retórica y métodos en donde el culto al dinero ha desterrado la necesidad de instituciones más sólidas. La cereza del pastel la colocaron recién los más poderosos estudios de abogados de Lima, todos al servicio de las más grandes corporaciones, cuando parte de su personal se ha unido para buscar anular votos en las zonas más pobres del país, en las que obviamente se ha votado más por Pedro Castillo.
No son pocos ni menores los errores que se cometen cuando confundimos el manejo del país con el manejo de una empresa: el mito de que un presidente debe ser un buen gerente, obviando la sensibilidad política y social, fue pulverizado en Perú por Kuczynski y por Piñera en Chile. La razón principal reside en que una empresa no tiene porque ser democrática. Participativa, sí; pero no democrática. Un país viable no se levanta por las mañanas para que una cúpula de accionistas se lleve las regalías: debe producir oportunidades y justicia para que todos sus miembros mejoren sus vidas de acuerdo a sus capacidades.
Esta contradicción es palpable cuando nuestros círculos de poder exigen igualdad de condiciones para que sus empresas compitan, pero no muestran la misma firmeza para exigir igualdad de condiciones para que nuestros compatriotas también compitan.
Algo que, por supuesto, a los tres socios de la conquista tampoco les quitaba el sueño en su momento.
Muy bien licuado Gustavo Rodriguez, comparto tus apreciaciones.
Muy amable, Álex, muchas gracias.
De acuerdo, y suscribo… Y esta claro q los gobiernos d derecha son plutocráticos, no deberían existir, pero existen por una ciudadanía q: No cuestiona calidad d persona d candidatos, no verifica fakenews dicha por candidatos, no son responsables con su voto electoral, etc… Falta d educación civica, funcionamiento del Estado e integral… Es momento d Proponer soluciones, mirar atrás sólo para lecciones, lo correcto es un Gobierno d Izq q comenzará y propongo q el norte sea: Educación pública de calidad y gratuita para Todos los NSE A,B,C,D y E, desde educación inicial hasta Superior o Técnico (todos los estudiantes d secundaria directo a universidades)
Totalmente de acuerdo, ojalá se materialize.
Gracias.
No me atrevería a decir que los gobiernos de derecha no deben existir.
Creo en la moderación en los tipos de gobierno y, sobre todo, en el acortamiento de la desigualdad.
Lo que es verdad, es que hasta ahora eso se menciona más del centro para la izquierda.
Un abrazo.
Sucedio xk la conquista no fue x buscar un nuevo lugar para vivir solamente. Sino para ampliar sus dominios LA riqueza. No enviaron a los mas inteligentes, y educados a la conquista de un nuevo mundo. Una vez instalada la colonia, si bien era gobernada x gente privilegiada, ellos al estar lejos de la madre patria, vieron la oportunidad de quedarse con esa riqueza, la corrupcion era tan normal como ahora. Hecha x los hijos de espanoles y sus hijos criollos educados de esa forma. Llega la democracia y los Criollos asumen el poder, cual es el cambio?, Nada, sino mas bien se profundiza las diferencias de clases. Corrupcion, que ya se detalla en el libro de Quiroz, sigue como parte de LA cotidianeidad. Llegamos Al bicentenario, y se presenta una derecha con un candidato blanco empresario, in candidato blanco parte de la elite social de Lima, y otra candidata k tiene una historia politica a sus espaldas y que la poblacion sigue avalando. Podria la derecha darnos un candidato diferente?, x k si LA gente se identifica con un profesor rural, mal versado en castellano, ignorante de las cuetiones de estado?, nos metieron miedo al comunismo cuando el verdadero culpable es esa elite peruana, no todos, que parasitan de los gobiernos de turno. No creo que con Castillo cambie la realidad actual, pero Al menos El Pueblo se siente representado, y los jovenes y ninos pobres aun tienen la ilusion de pensar que un dia ellos podran ser presidentes del Peru
Estupenda reflexión como siempre Gustavo. Comparto la sensación emocional que nos ha dejado esta elección.
No olvidemos quienes fueron los que posibilitaron, los se aliaron y los que se mezclaron voluntariamente al grupo de aventureros. Nuestros conciudadanos de ese entonces vieron la posibilidad de salirse del
poder Inca, por lo que deduzco que no lo pasaban también.
Desde el adulto como peruanos hoy aceptemos lo que fue, fue una alianza y a partir de esa aceptación no nos sintamos vencidos, sintámonos todos peruanos iguales de inga y de mandinga.
Concuerdo con tu análisis en casi todo,
Pero qué hay de los buenos pequeños empresarios que somos justos y damos oportunidades y ayudamos a mejorar la calidad de vida y que con sangre sudor y lágrimas, literal, hemos logrado tener algún bien? Y hoy vemos amenazados todos esos esfuerzos por las políticas que el candidato PC ha pregonado a lo largo de su campaña? Y que además está avalado por otro corrupto como Cerron?
Que candidato entonces es más valioso? Ojalá puedas responderme porque eso es algo que me inquieta
Excelente artículo
Extraordinario análisis, en estos días se ha evidenciado de una manera vergonzosa el manejo del poder.
Extraordinario análisis, Gracias por compartir, es importante contar con información y análisis que puedan ayudar a entender todo lo que acontece.
Excelente…el análisis de Acemoglu y Robinson identifica ahí las causas del fracaso de algunas naciones.
https://www.bbc.com/mundo/noticias-56155540.amp
Hay toda una verdad en tú informe, es innegable lo que ha sucedido en nuestro Perú, desde la conquista hasta nuestros días, no podemos aceptar qué solo una élite tenga todos los beneficios y se abandone a nuestros conciudadanos a la miseria. Tiene que cambiar esta situación tan indignante. Debemos tomar la decisión de unidad, no de egoísmo, para sacar adelante a esta nación. Lo primero descartar a todos esos politiqueros que tanto daño han hecho a nuestra nación. Yo considero que la política es buena llevada por gente que ame a su patria, que respete nuestras leyes. Debemos trabajar para industrializar, a nuestras materias primas que tengan un valor agregado, incidir en mejorar nuestra educación, tenemos una buena materia prima intelectual que debemos formar y la economía levantarla a toda máquina. Eso es lo que nos espera para sacar adelante a nuestro Perú.
Creo que el Perú no nació como empresa, sino que el gobierno perano nació como empresa. Y no se refiere únicamente al pacto infame de Panamá sino asimismo de los encomenderos, los corigedores, y los dueños de minas, esclavos, y peones. No, el Perú no nació como negoció porque la gente existía antes del pacto de Panamá. Todavía el el estado no ve a la gente y menos si la señora K roba la elección. Pero excelente artículo que nos hace pensar. Gracias por ello.
Me ha gustado mucho la reflexión de su texto
Me encantaria saber en que pais del mundo las cupulas no existen. Donde mas existen es precisamente es en paises comunistas donde la gente no es libre de mejorar sus vidas de acuerdo a sus capacidades e inciativas por la existencia de un regimen totalitario y controlador. El modelo economico en el Peru ha demostrado funcionar con grandes beneficios y resultados pero necesita urgentes correcciones y cambios para mejorarla y que alcanzen a los que mas lo necesitan pero eso para gente dogmatica, totalitaria y recalcitrante seria intolerable. Es muy cesgado decir que se esta pretendiendo anular votos en las zonas mas pobres del pais y no recalar en considerar que por ser zonas alejadas (no todas lo hasn sido) tambien pueden haber ocurrido malos manejos precisamente por parte de las huestes de Castillo. Es un asunto de comprobacion y solo eso es lo que se exige!. Los comunistas arteramente impugnaron 1200 actas de antemano en una de sus premeditadas acciones sacadas del vademecum comunista aplicada con maestria para congelar conteos y perpetuarse en el poder bajo el telon de una falsa democracia donde ya estan enquistados por decadas. Acaso no es justo revisar las impugnaciones que han hecho?. Los casi 7 millones de Venezolanos que han abandonado su patria escapando de ese «maravilloso» paraiso socialista imperante desde hace mas de 2 decadas acaso seran solo actores o dobles contratados por el imperio o la CIA? Acaso la realidad de un pueblo encerrado en una isla llamada Cuba que a aprendido a reir en medio de la miseria con excepcion de su cupulas claro esta como tambien ocurre en Venezuela son un invento o ficcion?
Extraordinario abordaje de lo que somos.
Estimado simplemente brillante y trágico, pero necesario por que si no terminamos de completar el diagnóstico no podremos avanzar. Y ya que avanzas x este enfoque yo tengo otro complementario que tal vez algún día nos pueda clarificar la Dra. Sobrevilla, y es saber cuantas veces desde Tupac Amaru II hasta hoy las clases A/B se vieron amenazadas de ser invadidas y despojadas o simplemente lo fueron (ejem Independencia, Chile x 2, desborde popular, SL, etc) . Creo que ese panico lo tienen grabado en el ADN.
Gracias, Luis.
Es una buena pregunta, que trasladaré a Natalia.
Un abrazo.
Un buen jugo, graciassssss
Buen articulo Gustavo, ahora entiendo porque la historia se repite en nuestro país
Concuerdo con tu reflexión. Mientras hayan las desigualdades que existen en el país, seguiremos sin entender ni comprender lo que le pasa al prójimo!
Creo que el Perú no nació como empresa, sino que el gobierno perano nació como empresa. Y no se refiere únicamente al pacto infame de Panamá sino asimismo de los encomenderos, los corigedores, y los dueños de minas, esclavos, y peones. No, el Perú no nació como negoció porque la gente existía antes del pacto de Panamá. Todavía el el estado no ve a la gente y menos si la señora K roba la elección. Pero excelente artículo que nos hace pensar. Gracias por ello.
Yo iría más lejos. La nuestra fue una independencia inconclusa o bastarda. Aceptada casi a regañadientes, precisamente por los limeños.
En la partida de nacimiento de nuestra nación figuran en letras capitales, la corrupción, la cobardía y la traición.
Creo que con la victoria de Castillo estamos celebrando un bicentenario de una independencia inconclusa con el primer paso para concluirla.
Bien Gustavo, creo que la analogía con la aventura y empresa en relación al país, es acertada y siento que no está mal el emprender, el problema es que no tratemos de hacer más por el país. Creo que esta situación desnuda más que una simple elección, más que derecha o izquierda, representa nuestra falta de tolerancia, la discriminación abierta, el imperio del miedo, la pobre estima nacional y un agudo complejo de «superioridad». Necesitamos fortalecer la democracia y lo haremos siendo más que ciudadanos de ánforas, sino peruanos comprometidos, porque los políticos, presidentes, gobernadores, alcaldes y todos hicieron lo que quisieron porque se los permitimos. La dialéctica nos anima a plantear tesis, refutarlas mediante la antitesis y tal vez llegar a una síntesis que nos depare algo mucho mejor. Pedro Castillo, tiene la oportunidad, pero como ningún gobernante puede hacerlo solo, seamos vigilantes, participemos y establezcamos nuevas rutas para el país sin desandar lo bueno, mejoremos lo que que se tenga que mejorar porque somos peruanos y amamos este lugar querido, así vivamos temporalmente en San Isidro o Chuschi, donde inició el terror desatado por la subversión, somos hijos de una espero, pronto, reconciliada patria. Un abrazo. Ivo
«Una cosa es una sociedad que se funda con instituciones que buscan la equidad entre iguales y otra es aquella que en su partida de nacimiento tiene como objeto la explotación de recursos.»
Cuando leí esta parte, me hizo recordar inmediatamente el caso de EEUU: sus migrantes fundadores llegaron allá justamente persiguiendo esa equidad.
Yo siempre me preguntaba -hasta leer el libro «A History of the American People» de Paul Johnson- por qué habíamos evolucionado tan diferentemente de ellos, pues no entendía cómo habiendo sido Lima en algún momento la segunda metrópoli mas importante del mundo, después de Madrid, habíamos llegado a lo que somos hoy. Y es, precisamente como señalas, en el orígen, donde se dió esa diferencia.
Escelente artículo Gustavo. Muchas gracias.
Gracias por tu complemento, Ricardo.
Añadiría que nacimos como una empresa que ya se prestaba a la corrupción.
El excelente libro «Historia de la corrupción en el Perú» de Alfonso W. Quiroz se da un paseo por allí.
Muy buena comparación histórica que explica de manera sencilla la realidad política y social que vivimos hoy en día.
Excelente y claro como siempre
Un fuerte abrazo
Muchas gracias, César.
Estimado Gustavo,excelente articulo como siempre. Solo comentar que en estos tiempo de covid y elecciones pondria un fondo musical del gran Pedrito Otiniano …»Quiero comprarle a la vida,cinco centavitos de felicidad»…
Gracias, Paul, por la banda sonora.
Esta es una descripción del Perú para ser meditada. Es un enfoque nuevo con el que amanece mi día y en el que seguiré reflexionando.
Qué bueno ser parte de tu día, Margarita.
Cariños.
Visto así, es vergonzoso entender que nos venció esa vocación por sobreponer lo económico por encima de todo y, terminamos al borde de un inmenso abismo emocional.
Que feo haberlo normalizado desde hace tanto, tal es así que ya no tenemos capacidad de advertirlo.
No puedo dejar de llevar esa reflexión a muchas de las líneas que escribió Alfonso W. Quiroz en ese maravilloso libro «La Historia de la Corrupción en el Perú» recordando el comportamiento de la Corona española en la explotación de recursos y su élite dirigente,
Gracias por las letras Gustavo, las compartiré en el desayuno con mi familia.
Gracias, Augusto.
Un honor ser parte de vuestro desayuno.
Interesantes comparaciones, tomadas de la realidad «normalizada» sobre nuestra y la historia, asistimos a una defensa kafkiana de la democracia la cual muchos, ni siquiera entienden de que se trata…, gracias Gustavo, siempre es un placer leerte: sencillo, al punto, con referencias y sin entrar en los sofisticados analisis económicos y/o políticos – necesarios e importantes…
Gracias a ti por tus palabras, Ana.
Un abrazo.
De acuerdo, y suscribo… Y esta claro q los gobiernos d derecha son plutocráticos, no deberían existir, pero existen por una ciudadanía q: No cuestiona calidad d persona d candidatos, no verifica fakenews dicha por candidatos, no son responsables con su voto electoral, etc… Falta d educación civica, funcionamiento del Estado e integral… Es momento d Proponer soluciones, mirar atrás sólo para lecciones, lo correcto es un Gobierno d Izq q comenzará y propongo q el norte sea: Educación pública de calidad y gratuita para Todos los NSE A,B,C,D y E, desde educación inicial hasta Superior o Técnico (todos los estudiantes d secundaria directo a universidades)
Admiro tu gran capacidad de transmitir claro y didáctico ese enfoque histórico de nuestro país, de nuestra sociedad, me identifico con lo que expresas , sin embargo mis propias vivencias personales y profesionales desarrolladas en el campo del bienestar social reconocen en tu propias palabras (tratando de no sacarte del contexto) a “un profesor improvisado que provoca miedo porque parece no saber nada de economía, pero también un representante histórico de quienes en esa empresa llamada Peru suele ser la mano de obra y no la cabeza dirigente. Las demostraciones están para quien quieren verlas”
Personalmente veo por un lado IMPROVISACIÓN y por el otro total DEMAGOGIA patronal, no me convence ninguna y ese es un gran dilema que me pesa día a día .
Excelente artículo.
Buena recopilación del origen de nuestro conflicto social, agregaria que se ha instaurado un gran miedo debido a la asociación de esta mano de obra con el terrorismo, a veces pienso que es solo la excusa perfecta que cubre el interes mercantilista. Cómo desligamos finalmente el terrorismo de la muy necesaria justicia social?
Gracias, Sylvia.
Quien atenta contra el sistema es un subversivo, eso eran los patriotas para los realistas.
De subversivo a terrorista hay un paso en el señalamiento.
Muy buen artículo de nuestro amigo Gustavo nos muestra que tan distinto es manejar una empresa que un país. Los politicos miran cómo un botin al País, gana quien es más beneficiado. El bien común es muy distinto y de es algo que no tienen presente muchas personas, planificación, ejecución, medición de indicadores y sobre todo inversión. Me procupa que la valla será tan alta y que el 29 de Julio mucha gente se sentirá decepcionada, saludos amigos
Wagner, muchas gracias, como siempre.
Buenísimo, basado en la historia y en la sociología. Nada nos sacará de esto si no miramos nuestra historia como información para buscar un futuro. Si no leemos, todo seguirá igual que en «la empresa».
Gracias, Marco.
Hay que saber de dónde venimos para ver la anormalidad dentro de la normalidad.
Qué tal ensayo, GUSTAVO. Sinceramente, no pudo ser mejor el diagnóstico, …ayyy, cuánto camino aún queda pendiente de andar y quizás también de desandar, … felicitaciones a JUGO DE CAIGUA!!!
Muchas gracias, Elías.
Mis compañer@s y yo te enviamos un abrazo.
Puede ser la historia de muchos otros, también, pero eso resulta flaco consuelo y hace más difícil aun cultivar la tan necesaria esperanza…
Suscrita a Jugo de Caigua por sus geniales, descriptivos y analíticos articulos. Una vez más, suscribo lo escrito Gustavo Rodríguez, a los profesionales trabajadores de clase media, nos queda seguir trabajando el triple.
De lectura obligatoria. Pocas veces lo pienso y lo manifiesto: es un estupendo artículo.
Gracias por la lucidez, Gustavo.
Eres muy amable, Karin.
Todo mi afecto.
Totalmente de acuerdo, existe una gran diferencia entre participativo y democrático, eso nos ha llevado entre otros a instituciones tan débiles (lo que debería ser una fortaleza en la democracia) que nadie respeta y en las que nadie confía (por eso el tema de televisarlo todo) tanto los que están afuera como los de adentro, todos somos proveedores. Súper bien batido, y nos falta la querida y nunca bien ponderada corrupción. Gracias por este espacio.
Algunos conceptos son ciertos, como que la economía colonial generó una politica segregacionista y corrupta, y que mucha de nuestra historia republicana ha estado plagada de mercantilismos que han generado mucha desigualdad. PERO esto esta cambiando, y esa idea de que nuestros males actuales son principalmente debido a la colonia es totalmente passé, simplista, genera divisiones y resentimientos, y no se da cuenta que la mayor culpa de la situacion actual la tenemos TODOS los peruanos que VIVIMOS ACTUALMENTE. Eso de culpar a los antepasados es de perdedores. Como explica que las ex colonias Costa Rica, Panama, Uruguay, Singapur, Hong Kong, Taiwan, Australia, NZ, EEUU ahora son países donde la gente vive relativamente bien? Por que ellos si pudieron desligarse de su oscuro y diabólico pasado colonialista?
Suena bien romantizar con ideas bucólicas y folkloricas de que los invasores explotan a los invadidos para siempre y los pobres campesinos invadidos siempre tratan de liberarse hasta que por fin «lo logran» y ahora todo será mejor. PERO ya pasó hace unos años con Velasco y fue un desastre mayúsculo. Un poco antes pasó con Fidel Castro; otro desastre. Zimbabwe con Mugabe igual. Esas ideas no son mas que realidades alternativas simplistas y estereotipadas. Como ejemplos claros y recientes en Peru están las gestiones de Goyo Santos, Caceres Llica, y Cerron, los menos «colonialistas» del mundo, pero desastres igualmente.
No busquemos culpables en gente de hace 500 años. Reconozcamos más bien que somos TODOS nosotros, desde cada uno de nuestros roles.
Mi artículo es sobre Perú, no es un ensayo sobre por qué hay excolonias más prósperas que otras.
No le pida lo que no enuncia.
Lo que sí tengo claro es que hay sociedades en el mundo donde la colonia no ha sobrevivido tanto mentalmente, como sí ocurre aquí, donde la racialización le añade una segregación más marcada.
Australia o Nueva Zelanda o Uruguay no fueron centros imperiales con estructuras armadas a los que una potencia colonizadora utilizó solo para enviar remesas.
Perú y México sí, por ejemplo.
Las instituciones no sirvieron para generar igualdad, sirvieron para llevar recursos del otro lado del mar y para que las élites se afianzaran.
En fin, no es mi especialidad lo que ocurrió en otros lados, como ya lo dije.
Gracias por la curiosidad.
Empresa Palabra de origen latino en el término «impresa», a su vez una derivación del también latín «imprendere», que significa «comenzar«, «emprender algo»
tu demonizas dicha palabra indicando que todo emprendimiento o empresa tiene un fin económico que no lo es, dicho esto te digo que gobernar un país es como un gran emprendimiento que entre uno de éxitos es buscar la equidad y tranquilidad de sus ciudadanos que son su razón de ser de dicho emprendimiento i/o empresa. Ahora dicho esto en Perú se debate en que debe ser de carácter socialista que esta de moda en latam o de libre mercado en caso de Perú tenemos gobiernos socialistas desde desde el más radical que fue de Velasco hasta el último que fue el primer gobierno de Alan García y Uds ya saben el resultado, y luego Vino el Gobierno de Fujimori con una constitución de corte neoliberal dicen pero que no es:
Nuestra economía se basa en promover la competencia, la inversión privada, el respeto a la propiedad, pero también tiene un componente social, que es claro cuando nuestra Constitución habla del rol del Estado en educación, salud e infraestructura, por ejemplo. Por otro lado, la Constitución no solo define el modelo, sino que crea instituciones que lo llevan a la práctica. Si, por un lado, tenemos una institución bastante preocupada en la estabilidad económica –pero no en el libre mercado necesariamente- como el Banco Central; por otro, tenemos a otras muy preocupadas por los derechos de las minorías vulnerables, como el Tribunal Constitucional. Muy posiblemente existan muchas cosas que corregir que no lo hicieron los gobiernos que prosiguieron y no hicieron nada para cambiar «dejaron el timón del barco en automático » y se dedicaron a robar, la cleptomanía viene desde que somos republica en fin. Ir contra nuestro modelo, solo se explica por un afán en llevarnos al pasado, cuando un teléfono costaba lo mismo que una casa y había que hacer cola para comprar pan.
Veía hace unos momentos la furia con que hablaba Keiko Fujimori en una manifestación convocada en el Campo de Marte y recordaba, como más temprano, llegaba gente al mitin. En vistosos carros o sus camionetas cuatro por cuatro, BMB, Mercedes y otros vehículos por el estilo. Todos vestidos parecidos. Enfundados, daba la impresión, en su propia soberbia. Parecía (lo mostraba la televisión) que no quieren darse cuenta de que van a perder, sino se corrigen, todo. Y unas líneas, de tu estupendo artículo, nos habla de un verdad que no quieren entender. «…. Un país viable no se levanta por las mañanas para que una cúpula de accionistas se lleve las regalías: debe producir oportunidades y justicia para que todos sus miembros mejoren sus vidas de acuerdo a sus capacidades…» Gracias Gustavo.
Gracias, Samuel.
Tus comentarios mueven a esforzarnos más aún.
Un abrazo.
Muy buen análisis, excelente como siempre señor Gustavo, la verdad aunque duela.
Saludos y mis respetos.
Buen artículo pero, a mi gusto, incompleto en su análisis.
Suscribo todo lo escrito, y como bien dices, hacen falta cambios, absolutamente. Pero si la realidad del último semestre se limitara a tu lectura de los hechos, muchos habríamos votado por el profesor, sin dudarlo, y de entrada no se hubiera planteado nunca este escenario de elegir «el menos peor»: si realmente el contendor hubiera sido percibido por todos simplemente como «un profesor improvisado que provoca miedo porque parece no saber nada de economía, pero también un representante histórico de quienes en esa empresa llamada Perú suelen ser la mano de obra y no la cabeza dirigente», entonces créeme que muchos lo hubiéramos elegido también, pues muchos no votamos por la señora Fujimori muy entusiasmados, por decir lo menos.
Obviaste mencionar a Vladimir Cerrón (y todo lo que representa). Y aunque sé que a ninguno de los votantes del lápiz les gusta admitirlo, es una pieza importante ahí. Vital. El partido es de él, no del profesor. El «ideario» (que define al partido como marxista leninista) es de autoría de él, no del profesor. Los videos explicativos sobre diversos temas en la página oficial del partido lo muestran a él explicando los conceptos, no al profesor.
De mi parte, lo que vengo sospechando, es que para algunos la elección no fue tan «elijamos el menos peor» como al principio se perfilaba. Algunos, intuyo tú, han terminado abrazando con esperanzas la idea del profesor (Cerrón incluido) asumiendo el poder. Para ellos, para ti quizás, la elección entonces se volvió simple: un buen candidato versus una pésima candidata.
El problema es que no todos lo vimos así. Algunos nunca dejamos de ver a una pésima candidata versus a un pésimo candidato. No por la mera improvisación del mismo, sino también por las diversas manifestaciones de gente como Cerrón, Bermejo, Bellido, Arias, que no solo mostraban improvisación sino actitudes muy antidemocráticas. Señalar esto, por supuesto, no implica defender a la señora Fujimori, ni tampoco alzarla como la adalid de los valores de la libertad y la decencia, como pareces sugerir. Te comento que nada hay en las reglas de la Lógica que impida señalar como antidemocrático a uno, y antidemocrática a la otra, al mismo tiempo. Y también te comento que señalar actitudes antidemocráticas de uno no implica que uno piense que la otra posee actitudes democráticas.
Dicho esto, el análisis que muchos hicimos fue evaluar con cuál de ellos la democracia, la libertad, la movilidad social de las personas del país y, en sí, el bienestar de la mayoría de personas, perdería menos. Algunos concluyeron que con el profesor se perdería menos; otros, que con la señora Fujimori se perdería menos. Eso fue todo.
Piénsalo: ¿en serio crees que casi la mitad del país tiene meros objetivos empresariales? ¿En serio crees que ninguno de ellos también quiere y busca un país que produzca «oportunidades y justicia para que todos sus miembros mejoren sus vidas de acuerdo a sus capacidades»? ¿No será posible, quizás, que lo que ocurre es que no todos concuerdan en las vías para lograr este objetivo?
Porque tus palabras son inteligentes y cautivan. Pero no explican lo que pasó.
Pues si tuviéramos que explicarle lo ocurrido a alguien que no sabe nada del tema, y fuera tu artículo el único documento que alcanzarle, no podría explicárselo. Al final, buscando encontrarle la lógica, no le quedaría otra que pensar que casi la mitad de personas de este país privilegia por sobre todo lo demás un sentido frío, egoísta y empresarial en sus vidas. Pensaría que es un país lleno de gente ruin (hablamos de prácticamente la mitad de sus votantes), que no permiten que la humildad de «un representante histórico de quienes en esa empresa llamada Perú suelen ser la mano de obra» asuma el mando.
Ante eso, la otra alternativa que tendría este lector es finalmente no encontrarle la lógica y concluir en que el tuyo es un relato parcial. Parcial y, además, por la calidad de su manufactura, extrañamente parcial, podría añadir (pues hay indicios en tu escrito de que no te gusta ser parcial). Quizás movido y tocado también por este clima tan antagónico, muy a pesar de uno, se pierde imparcialidad. Es algo que ocurre, somos humanos.
Pero bueno. Ya el profesor ha ganado. Te invito a reflexionar sobre esto que te planteo: seguro que hay muchos que en sus motivaciones «encubren la protección de algo más metálico», seguro. Y por supuesto que el nacimiento de un país en la forma en la se dio para el nuestro, es cuando menos traumático. Pero te animo a pensar esto: no todos los que votamos por la señora Fujimori tenemos eso en mente. Somos muchísimos los que ansiamos eso mismo que tú: un país con mejores oportunidades y justicia para que todos sus miembros mejoren sus vidas de acuerdo a sus capacidades. Solo que no nos ponemos de acuerdo aún en cuál es el mejor camino para llegar hacia ello.
Pero la elección ya está hecha. Y créeme, no todos los que votamos por la señora Fujimori defendemos su accionar actual. Muchos de nosotros sabemos perder. Y estamos listos para sumar en lo que se pueda, que viene nuestro cumpleaños número 200 y, aunque para la historia del Universo sea un día como cualquier otro, sigue siendo una buena excusa para replantearse cosas, reflexionar sobre los caminos andados y establecerse nuevos objetivos.
Te mando un abrazo. Disfruté tu artículo.
Manuel
Concuerdo con tu análisis en casi todo,
Pero qué hay de los buenos pequeños empresarios que somos justos y damos oportunidades y ayudamos a mejorar la calidad de vida de nuestros colaboradores y los hacemos crecer? y que con sangre sudor y lágrimas, literal, hemos logrado tener bienes? Es eso malo?
Qué pasa si nos sentimos amenazados de que todos nuestros esfuerzos y logros estén amenazados por las políticas anunciadas durante la campaña de PL?
Y que además está avalado por otro corrupto como Cerron?
Que candidato entonces es más valioso?
Ojalá puedas responderme porque eso es algo que me inquieta
En Las venas abiertas de América Latina Galeano no solo describe al Perú como parte de lo que usted afirma, sino a todo el continente, y desde México hasta la Patagonia…
No sé si existirá un solo lugar en el mundo donde las cosas hayan sido diferentes en sus inicios, porque lo que nos parece avanzado o desarrollado ahora también fue abuso atroz otrora los tiempos.
Volviendo a Las venas… donde toda nuestras desgracias parecen provenir del exterior (el imperialismo) la pregunta a que me llevó ese libro es ¿Cómo así nuestras élites, sea cuál sea su origen, tienden hacia lo incorrecto?… Me gustaría decir «nuestras élites gobernantes», pero no, porque ya lo vimos en los años de Fujimori donde hasta un intelectual de la categoría de Pablo Macera se envileció con la corrupción… y artistas, empresarios, militares, etc. etc. etc.
He votado por Keiko, y no porque ella sea el adalid de la democracia, sino porque con ella, en mi opinión, sería menos complicado recuperarla o no perderla (la democracia)… Espero que las cosas sucedan como lo espera un sector de simpatizantes de Castillo, que no se pierda la democracia en un gobierno suyo… Y digo «un sector» porque está visto que a no todos sus seguidores le interesa conservarla propiciados por lo que en lógica se denomina «la falsa causa».
Saludos Jugo de Caigua