Que se vayan  


Prometieron un cambio y nos dieron una mierda


Había decidido darle una oportunidad al cinismo.  Hacer de cuenta que la mediocridad, la ineptitud y la cobardía me resbalan como jabones. Es decir, pretender que ya no me importan las decisiones tomadas en estos días por el presidente de la República y el parlamento.

Para ser brutalmente honesto, yo ya tengo mi futuro asegurado. Mis hijas también. Y si consideramos que en toda sociedad desigualitaria la riqueza siempre circula en el mismo entorno, mis futuros nietos también tendrán una vida decente.

Mi cinismo tambaleó un poco cuando me puse sentimental: me preocupa el hijo de la adorable señora que ayudó a criar a mis hijas. El pequeño Javicho ya es un adolescente que sueña y se frustra en un barrio marginal y pronto empezará a cruzar el puente que debería llevarlo, o bien al bienestar adulto, o a una vida limitada. Por fortuna, al contrario de su madre, Javicho tuvo  en mi casa una niñez bien alimentada, con acceso a libros y a internet y, pensándolo bien, tendrá el apoyo de mi familia cuando afronte sus estudios superiores. Es decir, mi esfera compensará algo el desinterés que el Estado ha mostrado con él, con su madre y con sus ancestros. Quienes sí sufrirán a fondo las decisiones de nuestros dos poderes del Estado serán esos millones de peruanos que no son Javicho. Pero qué se le va a hacer. Por salud mental, lo mejor será centrarme en mi entorno con intencional conciencia de clase. Qué pena por los pobres que votaron por Castillo –o por Keiko Fujimori– buscando una transformación: las ideas que anclan a nuestro país en el subdesarrollo acaban de consolidarse desde el oficialismo y la oposición. 

Por ejemplo, necesitábamos seguir apostando por una reforma de la educación, ese principal igualador a futuro, ¿y qué ha ocurrido? Desde su cúspide definitoria, Pedro Castillo dejó que los sindicatos desbaraten la meritocracia de la carrera magisterial y no movió un dedo para detener la contrarreforma de la educación superior perpetrada por el Congreso. Los jóvenes pobres seguirán siendo estafados, tratando de subsistir en el mismo pantano que los absorbe hasta el ahogamiento, mientras que los jóvenes de mi entorno afortunado seguirán estudiando en buenos colegios y universidades, aislados en sus cotos cerrados de conocimiento y esparcimiento. 
También necesitábamos encarrilar al país hacia un futuro más responsable con el medioambiente: el Perú es una maqueta de la biodiversidad del planeta y, lamentablemente, también es uno de los territorios más vulnerables al cambio climático. ¿Pero qué hizo Castillo a pocos días de un desastre petrolero como el de Repsol? Nombró a un ministro del Ambiente cuyo curriculum no calificaría para enseñar en los colegios donde estudian los chicos ricos del país. ¿Y qué hizo en paralelo el Congreso con Escazú, ese acuerdo internacional que busca preservar la sostenibilidad ambiental de nuestros países? Archivó su ratificación alegando una descabellada interferencia extranjera. Es decir, despreció a las comunidades que abogan por la naturaleza, escupió en la tumba de los mártires que fueron asesinados por defenderla y alentó la impunidad de las industrias extractivas. 

Necesitábamos combatir la maldición de ser uno de los países de Occidente donde es más peligroso haber nacido mujer, ¿y qué ha ocurrido? En una afrenta directa a la mitad de la población peruana, Pedro Castillo nombró como su primer ministro a un sujeto que tiene denuncias por pegarle a su esposa y a su hija –ni siquiera resaltaré que le debe impuestos al Estado ni sus otras denuncias ante la policía– y eligió como ministro de Defensa a otro individuo que carga con una denuncia de su pareja.

Necesitábamos recuperar el orgullo de ser peruanos y alentar la diversidad como motor de nuestra riqueza cultural, ¿y qué ha ocurrido? Pedro Castillo nombró como ministro de Cultura a un abogado que se ganaba la vida en lides distritales y que ha usado sus redes sociales para lanzar insultos como “la puta que te parió, negro loco feo de mierda”. Además de ello, ¿qué voces resuenan más alto en el actual parlamento? Las de sujetos como Esdras Medina, nada menos que el presidente de la Comisión de Educación, que ha afirmado que las inundaciones de El Niño y los terremotos son castigos que Dios ha enviado desde su trono porque el Ministerio de Educación busca implantar una supuesta “ideología de género”.

Necesitábamos, en suma, defender tan fieramente a nuestros pobres de los mercantilistas que no quieren reformas, que era de esperar que el presidente cumpliera su palabra de transformación a favor de ellos. Pero con Castillo no ocurrirá. Y tampoco con este Congreso.

A menos que les demos una patada en la raja y nos unamos en aras de una verdadera reforma política, me conviene apostar por el cinismo. Velar por mi propio entorno. Cuidar la educación privada que yo sí he podido pagar. El club tapiado al que sí puedo acceder. El transporte privado que sí me puedo permitir. Todo ese territorio que es maravilloso para la clase acomodada, en el que siempre será bienvenida la mano de obra barata de esos peruanos estafados.

Pero mi cinismo acaba de encontrar su límite, mi plan iba bien hasta que recordé ese reciente lema de campaña.

“No más pobres en un país rico”, dijeron.

Que se vayan a la concha de su madre.

19 comentarios

  1. Paul Naiza

    Gustavo, el eslogan es: «un nuevo rico en un país pobre».

      • Federico Alponte-Wilson

        Me gustó el cierre … yo agregaría el aumentativo “por la re…”
        Me tocó unirme en noviembre del 2020 a la marcha en Trujillo y me sorprendió la lucidez de los jóvenes marchantes. Espero que la de hoy sea igual de eficaz.

    • Ricardo Navarrete Rivadeneyra

      Muy de acuerdo, que se vayan a la reputa x 10,000

  2. Alejandro Cornejo

    Estimado Gustavo
    Suscribo cada palabra de esta reflexión, de la INCERTIDUMBRE hemos pasado a la CERTEZA que no existe un ápice de ESPERANZA, este mentiroso contumaz debe IRSE y que no siga maltratando a la honra de la institución presidencial

  3. Elmer López

    Nada más cierto lo último. No me refiero al eslogan.

  4. Mario

    Totalmente de acuerdo. Ese cinismo también nos lleva al racismo y otras vainas. Nada nos dedicaremos a cuidar nuestras cuentas bancarias y posesiones y que el resto se joda. Seguiremos siendo cínicos hasta que el país se rompa en mil pedazos momento en el que preguntaremos que fue lo que pasó? Y trataremos de buscar un culpable en medio de la catástrofe.

  5. Rodolfo

    como siempre acertado …aunque duelen estas verdades y este país que se desangra ! El Peru no se merece esto!

    • Gustavo Rodríguez

      El Perú tiene gente maravillosa trabajando y a miserables representándola.

  6. Jesús Sánchez Rivas

    Lamentable oportunidad, perdida a todas luces, de reconducir la debacle del país hacia un futuro posible, pero irremediablemente abocado al desastre, por la falta de un liderazgo fuerte y limpio. Obviamente a Castillo se le dio el voto de confianza de la opción nueva, habida cuenta el historial de la opositora. Lo triste es que no hubiera una opción intermedia con cara y ojos. Pero sí, tiene delito el vaivén político que se trae el presidente, jugando a cambiar el gabinete de gobierno como quien viste y desviste una muñeca. Lamentable y cínico a la vez. Abrazo.

  7. Manny

    Hola Gustavo, que más se puede esperar si el mismo pueblo eligió a la mierda…..!
    Si no nos educamos y elegimos al candidato correcto, ojo..! Y veo que no sucederá ….simplemente la mierda nos seguirá gobernando y haciendo mierda nuestro hermosos Perú….!

  8. Armando Bustamante

    Que se vayan ahí, Gustavo. Que se vayan.

  9. Valeria Vela

    Brechas y más brechas. Desigualdad en todo sentido y falta de oportunidades. ¿Qué nos espera a los que vivimos de nuestro humilde trabajo?

  10. Fernando Villarán

    Muy buena reflexión Gustavo; ayuda a desentrañar esta compleja coyuntura política

  11. Gonzalo Acosta

    No creo que haya un peruano con más de 2 dedos frente, que no suscriba lo expuesto.

  12. José Navarro

    Reflexiones análisis político predicción de posibles escenarios victimización y señalamiento de culpables. Lamentablemente un buen artículo no arregla nada solo es el paracetamol para el paciente en UCI con COVID. Quisiera hacerles notar y decirles que “Salvo el poder todo es ilusión” y ellos tienen ya capturado parte del poder y van por mas REGIONES Y MUNICIPIOS son su nuevo objetivo mientras nos distraen con estrategias distractivas que a nosotros nos llevan a la agudización de nuestras contradicciones y eso les encanta y les causa risa. Yo me postularé a un Municipio y buscaré que no me roben votos en mesa. No se que harán los demás porque la atomización de candidatos permitirá una nueva trafa electoral. No veo un frente democrático en marcha así como lo hizo Frejolito.

  13. Germánico Gómez Yañez

    Totalmente de acuerdo con la descripción del gobierno que viene haciendo Pedro «improvisado» Castillo, pero me parece que debiste también citar algunas «perlas» de este patético y lleno de impresentables del Congreso, que muestran una manifiesta posición contra toda iniciativa de cambio en este país; por ejemplo la reciente contramarcha en el tema de las Universidades los pinta de pies a cabeza

  14. Gustavo, mi primer comentario va para resaltar lo impecable y preciso de tus textos. Están realmente bien escritos. Te leo siempre que tengo que redactar esos insípidos documentos que caracterizan a la tecnocracia ministerial, quizá para sentir que la escritura también pueden leerse con placer y entuasiamo. Un abrazo.

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