Lo indefendible


¿Se puede visibilizar la discriminación en medio de una crisis política?


Más de una vez he mencionado a la discriminación racial como uno de los aspectos más violentos en la campaña de la segunda vuelta. En ese momento, se descalificaba al actual presidente del Perú por ser demasiado “cholo” o “indio” para gobernar el país. Esta afirmación, de hecho, es bastante más gentil que los enunciados reales publicados durante esas semanas.  

Considerar que alguien es demasiado “cholo” para gobernar parte de la premisa de que ser cholo es una característica no deseada en un gobernante; peor aún en el caso de la presidencia. Era inevitable sentirme afectada por comentarios que descartaban una candidatura por su pertenencia étnica/racial. Escribo estas líneas en pasado, aunque estas actitudes son vigentes. 

La semana pasada, luego de revisar las entrevistas del presidente, sentí nuevamente la agresión. Había un halo de ninguneo por parte del entrevistador de CNN. Su tono era burlón y condescendiente hacia alguien que ejerce el cargo político más importante en el país. No por quién es, con nombre y apellido, sino por la institucionalidad que representa. El contexto hace difícil determinar si la racialización es la única causa de ese ninguneo. 

En este punto, ser “indio” ya no es la única acusación sobre el presidente. Existe una lista de denuncias y cuestionamientos que merecen respuestas claras, en discurso y en acción. Respuestas que la ciudadanía aún no obtiene. Al mismo tiempo, la falta de preparación y su forma de expresarse encabezan la lista de las críticas a su desempeño. Coincidentemente, estas son características enganchadas al estereotipo de ser “indio” o sencillamente, “no blanco” en el Perú. Sería ingenuo, en nuestra sociedad, considerar que la racialización del presidente no tuvo nada que ver en esa interacción mediática.

Tan conocido como la frase “no sabes con quién te has metido”, es el argumento de que en el Perú, “la plata blanquea”. Es parte del sentido común limeño pensar que aquellas personas que acceden al dinero o al poder que de este deviene ya no serán sujetos de discriminación. La historia del presidente cuestiona ese sentido común. Y no es la única historia. 

Cuando realicé entrevistas a mujeres afroperuanas que sirvieron como congresistas de la República entre los años 2000 y 2016, una anécdota era frecuente en sus testimonios. Durante su tiempo de servicio, de distintas maneras, les recordaron que el Congreso no era espacio para ellas por ser “negras”. Se trataba de mujeres que, además de ejercer cargos políticos, tenían un ingreso mayor que el promedio de los peruanos en general y de  las mujeres afroperuanas específicamente. El dinero y el poder no habían logrado “blanquearlas”, como se cree.

Al encontrar ese hallazgo me sentí como con el trato que ha venido recibiendo el presidente desde antes de ser electo: en una contradicción. ¿Cómo puedo denunciar el racismo sin defender política o ideológicamente a las personas que lo sufren? ¿Cómo hacer pública la empatía que siento con estas personas por nuestra condición compartida sin que ello implique un aval a su accionar y decisiones? 

Esas preguntas tienen sentido en un entorno que concibe al racismo y a la discriminación racial como fenómenos subjetivos. Lo que es discriminatorio para alguien, tal vez no lo sea para alguien más. Para definir si un hecho es un acto de discriminación racial necesitamos probar que la raza estuvo al centro. Depende de cuánto se ofenda la persona y cuánto ruido se haga en los medios. Depende de quién seas y las circunstancias que te rodean. Defender al presidente de las acusaciones que recaen sobre él escapa de mis posibilidades. Tampoco es mi objetivo explicar su accionar y decisiones. La dirección de la administración está permeada de incertidumbre, como Alberto describió en su columna de esta semana. Sí, quisiera hacer visible que la estructura racista nos afecta tanto si somos ciudadanos de a pie como si llegamos a lo más alto de la jerarquía estatal. ¿Es posible que esa misma estructura sea parte de las razones por las que estamos en esta crisis?

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