¿Qué hay detrás del actual “fenómeno electoral” de Colombia?
“Nos enseñaron a creer que la política no tenía nada que ver con nosotros, pero la política se metió en mi casa”, cuenta Francia Márquez cuando se le pregunta por su decisión de candidatear a la presidencia de la República de Colombia. Hace cuatro años fue desplazada forzosamente de su lugar de origen, al norte del Cauca, para huir de las amenazas de muerte contra ella y sus tres hijos. Una madrugada dejó todo atrás sin imaginar los resultados de las elecciones primarias de este último domingo. Francia Márquez fue la tercera candidata más votada, sin un gran presupuesto de campaña, sin ser ampliamente conocida y con un mandato colectivo: Soy porque Somos.
Durante meses los analistas políticos nombraron a Gustavo Petro como el candidato colombiano que contribuiría al “giro hacia la izquierda” en la región latinoamericana. Lo que no lograron advertir fue la rápida escalada de Márquez como candidata a la presidencia. Mujer, afrodescendiente, líder comunitaria y feminista, en solo tres meses logró 780 mil votos en las elecciones internas del Pacto Histórico. Con esto quedó en segundo lugar, frente a los 4.3 millones de votos acumulados por Petro que tal vez reflejan su larga trayectoria en la política colombiana.
Tras los resultados del domingo por la tarde, los medios y analistas han descrito a Francia como un “fenómeno electoral”. Su desempeño ha sido extraordinario, afirman, porque superó los votos de Sergio Fajardo (701 mil votos), el candidato presidencial elegido para competir por el centro. Si Francia hubiera pertenecido a un partido distinto al de Petro, hoy podría ser una candidata a la presidencia con más probabilidades que Fajardo de asumir la presidencia. Esto se da además en un contexto electoral sin precandidatas, salvo Ingrid Betancourt, quien decidió no conformar ninguna coalición. Márquez, a los 39 años, es la mujer afrocolombiana que más cerca ha estado de convertirse en presidenta.
Más allá de los votos, la candidatura de Márquez es un fenómeno porque fue ampliamente subestimada desde que anunció su postulación. Sectores de la ciudadanía colombiana resaltaron su falta de preparación y una supuesta improvisación. La líder de “Soy porque Somos” es muy distinta a la clase tradicional política colombiana. Nacida en Yolombo, en el Cauca, una de las áreas más excluidas del país, Márquez fue trabajadora del hogar. Una mujer afrodescendiente empobrecida y rural era impensable como presidenta de la república.
Los argumentos de los sectores escépticos a la candidatura de la lideresa comunitaria revelaron ampliamente los prejuicios sobre las mujeres afrodescendientes en la región. Francia es licenciada en Derecho por la Universidad de Santiago de Cali con una tesis laureada: El derecho fundamental a la consulta previa y el racismo estructural en Colombia. Análisis del caso del consejo comunitario de la Toma-Suárez-Cauca (2019). Antes de ser abogada, se formó como técnica agropecuaria en el Servicio Nacional de Aprendizaje. En el 2000 decidió estudiar Derecho para defender mejor a su comunidad, La Toma, amenazada múltiples veces por la construcción de una presa y la minería ilegal y multinacional en tierras ancestrales. Aun cuando la educación formal no es un requisito para gobernar, Francia es una persona académica y técnicamente preparada y una autora publicada.
La extracción ilegal de oro estaba acabando con el río Ovejas cuando Francia organizó una marcha de 80 mujeres durante 10 días y 350 millas hacia la capital de Colombia. Tal hazaña le valió el reconocimiento Goldman Prize en 2018, llamado el Nobel Ambiental. A este logro visible hay que sumar la primera vez que Márquez, cuando solo tenía 13 años, fue activista para defender a su comunidad de la construcción de una presa. A partir de ese momento asumió el papel de defensora de los derechos ambientales y comunitarios. En el trayecto ha utilizado la música y el baile afrocolombiano como forma de resistencia y ha compartido sus conocimientos técnicos con los agricultores de su región. Con esto, Márquez acumula 26 años de experiencia en la política comunitaria. ¿Improvisada? Un argumento prejuicioso más.Es todavía una incógnita si Márquez pasará a ser parte de la candidatura de Gustavo Petro como su vicepresidenta por ser la segunda más votada de la coalición (así se acordó antes de las elecciones primarias). Lo cierto es que su participación en la política partidaria hasta el momento alientan un giro mucho menos discutido por los analistas políticos: el panorama en el que las personas afrodescendientes, específicamente las mujeres afrodescendientes, ingresan a liderar la política tradicional gobernando. Nunca hemos visto en nuestra región a una persona racializada negra con una franja presidencial. La candidatura de Márquez ha abierto la posibilidad de más.
