Erizos marca Perú


Quienes han vivido en familias problemáticas tienen aquí una buena recomendación 


Paola Ugaz es una joven vieja promesa. Corresponsal del ABC de España en Perú. #IWMFCourage in Journalism 2021 Awardee.


“En un día muy frío, un grupo de erizos que se encuentran cerca sienten simultáneamente una gran necesidad de calor. Para satisfacer su necesidad, buscan la proximidad corporal de los otros, pero cuanto más se acercan, más dolor causan las púas del cuerpo del erizo vecino. Sin embargo, debido a que el alejarse va acompañado de la sensación de frío, se ven obligados a ir cambiando la distancia hasta que encuentran la separación óptima”. Arthur Schopenhauer

En 1851, el filósofo Arthur Schopenhauer expuso en la paradoja llamada “el dilema del erizo” cómo el hecho de acercase a otros seres humanos para sobrevivir genera dolor, y así previó una de las dimensiones más fecundas de la psicología social.

De esta noción se ramifican ciertas preguntas; ¿hasta dónde los erizos pueden acercarse entre sí y crear una comunidad y sentir a la vez un dolor tolerable? O, ya puestos en el cuerpo del erizo con nuestras púas al aire, ¿queremos y aguantaremos formar parte de una comunidad en la que el dolor es obligatorio? ¿Debo prepararme para vivir solo y no sufrir? ¿Quiero ser un erizo feliz y partir para restregar mis púas en otra comunidad eriza?

De esas y otras tribulaciones más está compuesta la obra teatral Mudarse de sí. (Pollito con papas) de Otro/Colectivo de teatro, escrita por el actor, escritor y dramaturgo Tirso Causillas, quien, en clave de autoficción, narra las heridas que dejaron las violencias en su comunidad erizo de origen —su familia— y de cómo migró hasta conformar una nueva comunidad erizo. 

Causillas se anima escribir con las heridas expuestas por las púas de origen —la familia que hace crecernuestras propias púas—, y nos recuerda cómo en un acto de resiliencia que dura toda la vida nos armamos y rearmamos para ser quienes somos. En la obra, nos sitúa en una familia específica, dentro de un país donde la violencia no se explica sino por millones de erizos obligados a convivir y que, a diferencia de Tirso Causillas, no tuvieron la suerte de emigrar por decisión propia. La familia es, pues, ese lugar del secreto y del trauma causado por los seres que más queremos; por nuestros padres, nuestros hermanos, o los tíos más simpáticos de la comunidad eriza.

En la obra aparecen la hermana del alter ego del autor; también sus padres, en una casa sin pagar en el distrito de Breña, y, por supuesto, su otro yo, Tirsito: un chico de 20 años que vive dentro de un viaje de excesos a través del alcohol y una conducta sexual destructiva que busca reconocer el origen de sus heridas y hacer una radiografía a piel abierta.

El eje de la precariedad económica de la Lima de los años 80 mueve a que la familia eriza se diga innombrables verdades años después, a través del Skype, o de modo presencial, motivados por el alcohol y las drogas.

Se entiende así que la comunidad eriza de Tirsito vivió marcada por la migración a causa del desastre económico del primer gobierno de Alan García: papá erizo era un experto en gestión de cooperativas agrarias que colaboró con el gobierno de Juan Velasco Alvarado (1968-1975) y que migró solo a Honduras en los 90 para colaborar con la reforma agraria de ese país como experto participante de la Cooperación Suiza. En el país centroamericano se enamora, se casa y, como resultado, nace el erizo dramaturgo. 

A mediados de los 90 la familia regresa a Perú y el padre erizo pasa de experto consultor en Honduras a ser un desempleado en Lima, lo que ocasiona unos altibajos económicos pronunciados hasta la exageración. Encontramos que la familia erizo de Tirso Causillas tiene que aprender a vivir en la pobreza sin encontrar el remedio a la expulsión de su estatus y, en ese viaje al abismo, los integrantes se regodean en maltratarse con las nuevas púas nacidas de una situación desconocida para una familia que no tenía literalmente ni para el té luego de haber disfrutado de una vida acomodada.

Como lo ha confesado el autor de la obra para la escritura de este artículo, Causillas ha querido representar“la red de violencias en que puede devenir la familia y por eso pongo, como ejemplo, a mi familia de origen. Pero creo que muchas personas podrán reconocerse en algunos de los elementos que ponemos en escena. Y, quizá, entender algo de la red entre familia, trauma, memoria y país”.  

El mayor reto del erizo Tirso Causillas ha sido lograr una obra íntima que se haga cargo de su dimensión pública. Y lo logra. Por ejemplo, en ella vemos cómo el erizo Tirsito le escribe cartas al erizo Tirso del futuro para llenarse de valor y salir del cuarto en Breña que comparte con sus padres, y dejarlos con 27 soles —queson parte de su sueldo como profesor de teatro—, además de cortar la relación con su hermana erizo que vive en España. 

No obstante, existe una constatación que es importante y que sienten quienes acuden a la sala teatral Yuyachkani a espectar la obra: en ella no hay villanos, como sucede dentro de los melodramas familiares de la televisión mediocre, sino una red multidireccional de víctimas y victimarios, donde los hijos erizos cuentan a través del humor, el canto, la buena música, el baile y varios gritos cómo es que sobrevivieron y hasta tuvieron la fuerza para emigrar hacia su propia comunidad erizo. 

Una oportunidad para reconocernos en nuestras familias, afrontar lo que tal vez pasamos por alto y, quién sabe, pavimentar un camino para perdonar mientras nos perdonamos a nosotros mismos.


¡Suscríbete a Jugo y espía EN VIVO cómo se tramó este artículo!

Nuestros suscriptores por 6 meses pueden entrar por Zoom a nuestras nutritivas —y divertidas— reuniones editoriales. Suscríbete haciendo clic en el botón de abajo.


2 comentarios

  1. Miguel Calderon

    Esta señora ugaz fue parte del equipo de la corrupta Susana Villarán Contradictorio que en esta página, en que muchos se rasgan las vestiduras de moralina, ética y principios, le den tribuna a esta señora que tiene mucho que explicar a la justicia. Al igual que Augusto Rey y Marisa Glave, compinches de la alcaldesa corrupta, que regaló los peajes a cambio de una coima que repartió en publicidad en la campaña del No a la revocatoria…. o ya se olvidaron que fue pieza principal de esa corrupta gestión municipal????

    • Jugo De Caigua Info

      En Jugo instamos a nuestros integrantes y colaboradores a que sustenten con pruebas sus afirmaciones, pues no solo es lo que merecen nuestros lectores, sino que la difamación es un delito penado por ley.
      Lo mismo le pedimos a nuestros lectores: si usted tiene pruebas de que la señora Ugaz —quien fuera jefa de Redes Sociales en la Municipalidad de Lima, como lo puede ser cualquier comunicador en cualquier gestión— es cómplice de la conducta corrupta mostrada por la exalcaldesa Villarán con Odebrecht, lo instamos a que las presente.
      De no presentarlas y no retractarse, espere las consecuencias legales que ella pueda considerar.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Volver arriba