¿Qué se siente saber que la mayor parte de nosotros no somos nosotros?
¡El microbio eres tú! No, no es uno de los últimos éxitos de Shakira dedicado a su exmarido: es un nuevo paradigma científico que está movilizando una inversión de billones de dólares al año para la investigación sobre ese conjunto de microorganismos —el microbioma humano— que habita ennuestro cuerpo.
Resulta sorprendente pensar que más de la mitad de nuestro organismo no es humano. Solo el 43 % de las células que componen nuestro cuerpo pertenecen a nuestra especie y elresto son organismos microscópicos que conforman la flora intestinal o que viven en lugares como nuestra piel, boca, pies, e incluso en los pulmones o en nuestro cerebro que, hasta hace poco tiempo, se consideraba estéril. Algunos científicos incluso se preguntan: ¿somos realmente Homo sapiens?
Nuestro microbioma se desarrolla y transforma con nosotros a lo largo de nuestra vida. Aparentemente, comenzamos nuestra existencia como fetos estériles en el útero materno y es solo al nacer que comenzamos a ser colonizados por una diversidad de microorganismos. Estos microbios nos llegan al pasar por el canal vaginal, al succionar la leche materna, o al recibir los primeros cariños de nuestros abuelos. El microbioma se forma principalmente durante los primeros tres años de vida, pero continúa cambiando en función de factores como las enfermedades, los medicamentos, el clima, el estrés, la dieta o nuestros hábitos de higiene. El contacto físico y las interacciones sociales también juegan un papel crucial en su diversidad y salud. De hecho, un estudio de 2014 encontró que en un beso de 10 segundos podemos intercambiar un promedio 80 millones de bacterias.
En La Materia Oscura: la nueva ciencia del microbioma, el doctor James Kinross, cirujano clínico del Imperial Collegede Londres, nos cuenta el fascinante y todavía oscuro —por desconocido— mundo del microbioma humano. Conocido cariñosamente como “Dr. Bioma”, Kinross nos recuerda que billones de bacterias, arqueobacterias, virus, protozoos y hongos habitan en y dentro de nosotros. La mayoría de estos microorganismos se encuentra en nuestro colon y los números son sorprendentes: allí viven unos 100 trillones de bacterias, un número equiparable al total de células de nuestro cuerpo. La biodiversidad de esta vida en miniatura también es inigualable: unas 500 especies de bacterias colonizan nuestro intestino y tenemos un “viroma” compuesto por unas 150.000 especies de virus —la mayoría inofensivos o hasta beneficiosos— cuyo ADN aún no se mapea. Un universo microscópico por descifrar.
Un estudio a gran escala realizado en el Instituto Weizmann de Ciencia, en Israel, revela que esta biodiversidad no depende de la genética del huésped sino, más bien, de sudieta y hábitos. Así, tenemos un microbioma altamente individualizado y muy personal, definido por nuestra historia y estilo de vida. En palabras del doctor Thomas Bosch de la Universidad de Kiel, en Alemania, somos, en esencia, un “metaorganismo”, un universo de organismos microscópicos que no solo definen nuestro metabolismo y nutrición, sino el funcionamiento de nuestro sistema inmunológico y, de acuerdo a los últimos descubrimientos científicos, también del sistema neurológico. Los microbios producen neurotransmisores y estudios recientes señalan que existe una correlación entre las bacterias intestinales y condiciones como la depresión y la ansiedad, o su revés, nuestro buen humor y bienestar. Incluso, se han encontrado correlaciones entre el desbalance de la flora microbiana de nuestro cerebro y las enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer.
Estos nuevos descubrimientos están lentamente revolucionando las prácticas médicas. Ya existen, por ejemplo, servicios de diagnóstico para caracterizar esta menagerie en miniatura. ¿Quieres conocer qué bichos te habitan? Haz clic en mybioma.com y podrás pedir una investigación específica sobre los tuyos: la promesa es un “reporte detallado de 40 páginas con información sobre la singularidad de tu microbioma, el tipo de dieta más adecuado para mantenerlo sano, un análisis de tu estado de salud intestinal y una serie de recomendaciones para mejorar tu estilo de vida” y así cuidarte, mientras los cuidas.
Nuevas terapias médicas basadas en remodelar la composición del microbioma también están cambiando la forma en que nos tratamos cuando estamos enfermos. Se llaman transplantes fecales e implican la transferencia de microbiota fecal de un donante sano a un paciente, con el objetivo de restaurar el equilibrio de su microbiota. Se han utilizado principalmente para tratar infecciones recurrentes por “supermicrobios” resistentes a los tratamientos convencionales con antibióticos, como el Clostridioidesdifficile. Actualmente, se está investigando su aplicación para curar enfermedades inflamatorias intestinales, diabetes tipo 2, condiciones autoinmunes y trastornos neurológicos como el Parkinson o el autismo.
Existe, sin embargo, una amenaza sobre esta biodiversidad microbiana: el uso indiscriminado de antibióticos y fármacos. El doctor Kinross denuncia que, a nivel global,consumimos 4 trillones de dosis de medicamentos cada año: quiere decir que, cada día ¡la mitad de la población mundial está tomando alguna droga! Y al menos una cuarta parte de estas tiene un efecto antimicrobiano. Nuestra adicción a su consumo está causando un impacto mayúsculo sobre la evolución de nuestro microbioma.
Mirando hacia el futuro, se espera que seamos más prudentes y no nos recetemos fármacos sin control, y que esta nueva comprensión sobre el papel del microbioma en nuestra salud conduzca a tratamientos médicos más enfocados y efectivos, que logren proteger la diversidad y el equilibrio de la gran familia microbiana que se esconde en nuestro cuerpo.
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