¿El covid contraataca?


Ante las nuevas variantes del coronavirus, aquí respondemos a las mismas preguntas 


  • ¿Cuáles son las nuevas variantes del coronavirus?

Existen muchas nuevas variantes del coronavirus. A pesar de “habernos olvidado de la pandemia”, el virus ha seguido su curso, ha infectado a más personas y ha continuado con su evolución. Sin embargo, en las últimas semanas tres nuevas variantes han llamado la atención de la comunidad científica. 

Las tres variantes son las siguientes: EG.5, FL.1.5.1 y BA.2.86. Estas han recibido los nombres informales de Eris, Fornax y Pirola. Sin embargo, estos nombres no han sido dados por la Organización Mundial de la Salud, donde sí están monitoreando a las variantes aunque todavía no las consideran de riesgo. 

Este grupo de variantes tienen en común que provienen de la variante ómicron, la cual causó un pico de casos entre finales de 2021 e inicios de 2022. Al mismo tiempo, estas variantes son distintas entre sí, ya que cada una presenta diferentes mutaciones, especialmente en la proteína espiga del coronavirus. 

  • ¿Por qué estas variantes han llamado la atención de los científicos y de la prensa?

La respuesta sencilla es porque se están viendo más casos de pacientes infectados por estas variantes. Sin embargo, hay que entender que en todo este tiempo la comunidad científica ha vigilado las nuevas variantes del coronavirus a pesar de los recortes en recursos de investigación. Esto quiere decir que estas tres variantes no se están “haciendo famosas” porque sean las únicas nuevas variantes, sino porque son las que se están viendo en pacientes recientes. 

Además, estas variantes se han encontrado al mismo tiempo en varios países, como Estados Unidos, Israel, Reino Unido, entre otros. En algunos de estos casos, los pacientes no reportaban viajes al exterior y también se han encontrado muestras en el agua local, lo que indica que ya estaban en circulación en estos países. En todo este tiempo se han encontrado muchas más variantes en pruebas de pacientes infectados, sin embargo no en un número tan considerable como para llamar la atención de las agencias de salud. 

Por otra parte, en diversas localidades también han aumentado los pacientes que se acercan a recibir atención médica por presentar síntomas de coronavirus, o a solicitar pruebas de coronavirus que resultan positivas. Es probable que en nuestros ambientes cercanos también estemos notando que más personas han presentado síntomas en las últimas semanas. 

De cierta manera, las experiencias de los picos anteriores de la pandemia nos han entrenado para tratar de identificar si estamos infectados o no. Es decir, con la presencia de síntomas posibles de coronavirus muchas personas buscan confirmar su diagnostico, en lugar de ignorar los síntomas. Es evidente que con la disminución de casos en los últimos meses también ha disminuido el acceso a pruebas gratuitas y “facilidades laborales o sociales”, por lo que no todos los pacientes que están infectados están siendo identificados. 

  • ¿Por qué en la prensa dicen que estas variantes tienen más mutaciones? 

En muchas noticias referentes a estas tres variantes el foco de atención se centra en las nuevas mutaciones que estas presentan. Sin duda, las mutaciones del virus son algo que llama la atención de los científicos. No solo para diferenciarlas entre sí, sino para saber qué efecto tienen estas variantes en nuestra relación con el virus. 

Como hemos escuchado hasta el cansancio durante la pandemia, una mutación en el virus no significa necesariamente un incremento en la “maldad del virus”. Es decir, por tener más o nuevas mutaciones estas variantes no van a ser intrínsecamente más letales o más contagiosas. El reto científico es determinar si estas variantes le dan al virus una ventaja, una desventaja o no le producen cambios. Por el momento, es muy temprano como para que los científicos puedan determinar qué cambios podemos esperar de estas variantes. En resumen, las preguntas que se hacen los científicos son si estas mutaciones hacen al virus más contagioso, más letal, y cómo afecta a nuestra respuesta inmunológica ante el virus. Con el paso de las semanas y la acumulación de la evidencia se espera tener mayor información sobre qué podemos esperar de estas variantes.

Uno de los aspectos más cubiertos por las noticias son las más de 30 mutaciones que presenta la variante BA.2.86. Nuevamente, no se tiene certeza sobre el impacto exacto de estas mutaciones. No obstante, esta imagen se repite constantemente en medios, pues la idea de “30 mutaciones más” nos llama la atención, nos suena a que el virus es más peligroso y aumenta nuestra señal de alerta, aunque por el momento la evidencia sea insuficiente para  determinar un mayor riesgo. 

  • ¿Cómo debe responder el público?

La aparición de estas variantes es muy reciente como para predecir qué es lo que podrían o no causar en la población. Por el momento se ve un aumento en el número de casos; sin embargo, los hospitales no se están llenando de pacientes en estado de gravedad. Nuevamente, esta es una pregunta capciosa que nos lleva a contemplar qué número de casos es aceptable o qué riesgo es aceptable y para quién. 

Aunque no hay evidencia definitiva sobre cómo actuar y qué esperar de estas variantes, sí existe un consenso en la comunidad científica sobre el estado actual de nuestras comunidades. Como sabemos, gran número de nosotros cuenta con más de dos dosis de las vacunas del coronavirus. La protección que nos ofrecen las vacunas se suma a la inmunidad que podamos haber desarrollado por previas infecciones, incluso de aquellas que no nos causaron síntomas. Por estos motivos es que la mayoría de expertos indica que, a pesar de que estas variantes podrían hacerle frente a nuestras herramientas inmunológicas, lo cierto es que no estamos “empezando de cero” y que nos encontramos mejor preparados de lo que estábamos hace dos años. Además, en diferentes comunidades se ha promovido adquirir una nueva dosis de la vacuna para intentar frenar el desarrollo de casos severos, mas no el contagio.

Finalmente, los científicos cuestionan que para la mayoría de gobiernos el coronavirus haya dejado de ser una prioridad. Como resultado, hoy es más difícil obtener una prueba gratuita, poder quedarse en casa si se presentan síntomas, o la flexibilidad necesaria para reorganizaciones, lo cual puede resultar en pacientes asintomáticos —o sintomáticos— sin capacidad de aislamiento durante los días de mayor contagio. Además, en países en los que actualmente es verano también se debate si la influencia de los reencuentros veraniegos sin medidas de mitigación es un factor que puede estar creando el espacio perfecto para que estas variantes estén causando un incremento de casos. 


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