Sugerencias para ejercitar nuestros hábitos digitales y preparar una rica salsa de uchukuta
La tecnología avanza a mucha velocidad, pero debo admitir que fue una sorpresa saber que el celular de mi bolsillo contenía más memoria y capacidad de procesamiento que la computadora que llevó a la humanidad a la Luna. Y mientras digería esta información, se corrigieron: en realidad mi celular de hoy tendría más memoria que toda la NASA en 1969, año en que Neil Armstrong puso sus pies en el satélite terrestre. Tremendo superpoder, el que portamos.
Pero a pesar de que internet es una infinita carretera de la información, la mayoría de los usuarios tenemos un alcance muy limitado y predecible de uso, el cual orbita entre ver videos, comprar, responder correos electrónicos y pedir un taxi por aplicativo. Un estudio con la data de Spotify arrojó que a los 33 años prácticamente dejamos de escuchar música nueva: nuestros gustos maduran y nos acostumbramos a ciertos patrones de consumo. Hasta ahí, entendible. Pero a eso debemos sumarle una realidad de hiperpersonalización de nuestra huella digital: Google y sus amigos saben lo que buscamos, lo que nos gusta, y nos dan más de lo mismo de forma ilimitada. Y del mismo modo en que esto ocurre con la música, sucede con el consumo de noticias, contenidos digitales y otras interacciones en redes sociales. Un elemento más a considerar: el impacto de lo digital en nuestra vida real es cada vez mayor; resulta cada vez más difícil minimizar su influencia en cómo percibimos nuestra sociedad, estilos de vida y puntos de vista distintos. No es coincidencia que los índices de polarización y fake news (bulos informativos) hayan crecido en los últimos diez años.
En el actual contexto han aparecido diferentes creadores de contenido digital que también son activistas culturales, ya que mediante ellos podemos, además de disfrutar de buen entretenimiento, empatizar con nuestra sociedad multicultural. Conocer más de ellos, sobre todo en países como el Perú, es una forma de apoyar la generación de narrativas locales y, al mismo tiempo, puede ayudarnos a vencer al algoritmo de la monotonía. Aquí les recomiendo algunas cuentas en redes sociales para enriquecer su menú digital. Son creadores que ofrecen énfasis en la cultura andina. Por favor, avisen si alguna les llamó la atención:
–Waldir Maqqe (581K seguidores ) no solo enseña a cocinar platos con insumos tradicionales andinos, sino que los rodea de bellos paisajes y montañas. Waldir nos cuenta que él no come KFC, sino KFCuy, y también puede enseñarnos a hervir unas ricas papitas con picante uchukuta. Está en Tiktok e Instagram.
–Cocinando con Cholita Julia (290K seguidores). Julia es una mujer de pollera que te dará buenos datos para preparar una rica quinua, un ají de huacatay y, al mismo tiempo, contarte sobre los carnavales andinos en su tierra natal, Puno. YouTube.
–Rocío Quillahuamán (197K seguidores) migró de joven con su familia a Barcelona desde Perú. Saltó a la fama digital con graciosísimas historietas, que también son historias introspectivas respecto a temas de género, racismo e indigeneidad. Recientemente publicó el libro de memorias Marrón. Tiktok e Instagram.
–Alessandra Yupanqui (170K seguidores) es una joven nacida en Lima, de familia cusqueña, que luego de descubrir un secreto familiar decide mudarse a los Andes para reconectar con sus raíces culturales y embarcarse en divertidas aventuras. Instagram y TikTok.
–Solischa (92K seguidores) viste polleras andinas mientras comparte anécdotas de su vida cotidiana en su comunidad rural de Occopata, tanto en quechua como en español. En un día cualquiera, relata su vida en el campo, cómo seleccionar las mejores papas, pero también ofrece consejos sobre cómo crear una sesión de maquillaje natural con pétalos de flores de los Andes. Tiktok e Instagram.
–Dilo en Quechua (19K seguidores) ¿Buscando aprender un poco de quechua? Si quieres frases para coquetear en la lengua de los incas o conocer la letra de un huaynito ayacuchano, aquí hay muy buenos y entretenidos recursos. Instagram, Tiktok y YouTube.
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Gracias por las recomendaciones en cuanto a entretenimiento de calidad! Y siempre conservando nuestra cultura a través de personas que hacen con su talento un ilustrativo momento en nuestras vidas.